MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El precio de los alimentos se ha multiplicado una media de cinco veces (400%) desde el campo a los lineales de los establecimientos en el mes de octubre, aunque la diferencia en origen y destino puede llegar al 1.000%.
Así lo asegura la organización agraria COAG, que ha tomado datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y denuncia que la crisis de precios derivada del encarecimiento de los cereales pone de manifiesto la ineficacia de la Política Agraria Común (PAC).
Concretamente, COAG afirma que la diferencia de precio entre lo que percibe el agricultor y lo que paga el consumidor se eleva al 862% en la cebolla, y destaca otros casos "escandalosos" de traslación de precios como la clementina, con un diferencial del 905%, y la zanahoria (1.000%).
La diferencia de precios en el campo y la tienda también es significativa y superior al 500% en el caso del cerdo y el calabacín, y de más del 400% en la patata, la acelga y la ternera.
Según COAG, el agricultor o el ganadero no han participado más de un 30% de media en el precio final del producto, mientras que el margen medio de los otros operadores que participan en la cadena alimentaria antes de llegar al consumidor es del 318%.
A esta situación, COAG reclama a la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) que investigue y actúe ante unas alzas de precios de alimentos que califica de "desproporcionadas e injustificadas".
Asimismo, insta a las autoridades comunitarias a que, aprovechando la revisión de la PAC, apuesten por el modelo social de agricultura, "único capaz de garantizar alimentos de calidad a precios razonables a los consumidores y precios justos para los productores".
COAG argumenta que la crisis generada por el aumento del precio de las materias primas básicas para la elaboración de piensos ha puesto de manifiesto la ineficacia de la actual PAC para controlar los desequilibrios a escala internacional y amenaza al 60% de las pequeñas y medianas explotaciones ganaderas en España.
La organización agraria lamenta que la UE vendiera a los consumidores un escenario de precios bajos de los alimentos, apoyado en importaciones baratas de terceros países y en una reducción del apoyo a los agricultores y ganaderos comunitarios por sus producciones.
"Los alimentos básicos y la dependencia del exterior han aumentado, y los agricultores y ganaderos son cada día más un especie en extinción, obligados a dejar la actividad ante la escalada de los costes de producción y la bajada de su remuneración", asevera el responsable de Mercados Agrarios de COAG, Miguel Padilla.
