Economía/Empresas.- Un 42% de los empresarios considera que la restricción al crédito continuará en 2010

Actualizado: lunes, 29 marzo 2010 16:22

MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un 42% de los empresarios españoles considera que las restricciones de acceso a la financiación por parte de las entidades financieras continuarán en 2010 en niveles próximos a los de 2009, según el estudio de Grant Thornton realizado a empresas españolas entre 100 y 500 empleados.

Durante 2009, el 32,5% de las empresas experimentaron una disminución de la concesión de créditos a corto plazo y el 24% a largo plazo. El 64% de los empresarios creen que obtener financiación será igual o más difícil que en 2009.

Este comportamiento fue similar en otras fuentes de

financiación externa, como el 'factoring' o las ayudas a las empresas, que disminuyeron sus créditos un 17% y 19% respectivamente.

Así, la recuperación de la capacidad de pago de las empresas españolas estará supeditada a la activación de sus ventas y de su capacidad para financiarse.

Los principales escollos que encuentran las empresas españolas para su crecimiento son la falta de demanda (43%) y los problemas de financiación: escasez de capital circulante (41%), restricción de financiación a largo plazo (39%) y coste de la financiación (32%).

AUMENTO DE LA MOROSIDAD.

En cuanto a la morosidad, tres de cada cinco empresas españolas sufrieron un incremento de la morosidad en 2009, respecto a 2008, así lo confirman el 60% de los empresarios y directivos encuestados.

La tendencia registrada por Grant Thornton apunta a que a lo largo del año los impagos seguirán aumentando en España, según manifestaron el 44% de los encuestados.

El socio director general de Audihispana Grant Thornton, José María Fernández, explicó que "las previsiones reflejan el pesimismo de las empresas, que ven como sus esfuerzos chocan con una morosidad creciente y una demanda cada vez más reducida, todo ello en el marco de fuerte endurecimiento en el acceso a la financiación".

Fernández añadió que, ante esta situación, "si la empresa no logra cobrar de sus clientes difícilmente podrá pagar a sus proveedores, creando un efecto acumulativo que propaga los impagos a un número cada vez mayor de empresas".