MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El avión de transporte militar A400M, cuyo ensamblaje final se realiza en la planta de Airbus Military en Sevilla, se movió hoy por sus propios medios en el inicio de sus pruebas de rodaje en tierra, paso que debe superar antes de operar su primer vuelo a finales de este año, informó hoy el constructor aeronáutico.
Tras superar con éxito el primer arranque simultáneo de sus cuatro motores turbohélice, Airbus ha iniciado las pruebas en tierra del avión en el área de maniobras militares de sus instalaciones en Sevilla.
Concretamente, la aeronave realizó una seria de rodajes a baja velocidad (hasta 37 kilómetros a la hora) durante los cuales se probaron los sistemas de frenado normal, suplente y de emergencia, así como el sistema anti-deslizamiento y la dirección del aparato. La duración de dichas maniobras fue de unos 90 minutos.
El jefe de las pruebas piloto del avión, Ed Strongman, se mostró impresionado por la "facilidad de rodaje de la aeronave y por los progresos logrados en la precisión y control del aparato" y la eficiencia de los sistemas de frenado" en la primera prueba realizada a baja velocidad.
Después de varios días de pruebas con los motores, hasta obtener la plena potencia para el despegue, y realizar los primeros rodajes en pista a poca velocidad, hasta 60 kilómetros, seguidos de frenadas, el constructor realizará las pruebas a alta velocidad durante los próximos días.
El pasado 12 de noviembre, el A400M se puso a disposición de la organización 'Flight Test' del consorcio europeo, que verificará el funcionamiento correcto de los sistemas de vuelo del avión, con el objetivo de garantizar la seguridad del primer vuelo del aparato y la eficiencia de la subsiguiente campaña de pruebas de vuelo.
Entre los ensayos en tierra, destacan pruebas estáticas y comprobaciones del motor con la aeronave detenida mientras se controla y valida la interacción entre el sistema de propulsión y el avión.
Tras la fase estática y los primeros rodajes en pista, primero a poca velocidad, el fabricante efectuará ensayos a alta velocidad con aborto de despegue a 120 kilómetros, durante los cuales se examinará la reacción del avión a la frenada y al control lateral.
