Los trabajadores negociarán con la dirección de la cadena y su futuro dueño un protocolo de condiciones laborales
MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
Caprabo estudia las ofertas recibidas interesadas en la compra de la cadena de supermecados catalana con el fin de concluir el proceso en unos quince días, fecha en la que se conocerá quien se hace con el control de la compañía, cuya valoración podría rondar los 1.500 millones de euros, confirmaron hoy a Europa Press en fuentes del sector.
De esta forma, la compañía podría quedar en manos de Eroski, Carrefour, Auchan, El Arbol o el fondo de inversión Permira, propietario de Dinosol, que se barajan como posibles grupos interesados en la cadena propietaria de 569 supermecados.
Las familias Bonet, Elías y Carbó, accionistas mayoritarios de la cadena, con el 80% del capital, decidieron iniciar a principios de año un proceso de venta de la compañía, cuyo plazo para la presentación de ofertas finalizó ayer. "El proceso está en marcha, las opciones han estado abiertas desde que se inició el proceso y continúan abiertas, y pueden incluir la venta total o parcial de la compañía", indicaron las mismas fuentes, que reiteraron que "todas las opciones son viables". Por su parte, la cadena catalana eludió pronunciarse sobre la operación de venta y declinó hacer ninguna valoración sobre la posibilidad de que los fundadores de la compañía conserven un paquete minoritario en la cadena, de la que también es accionista La Caixa, con el 20% restante del accionariado.
SINDICATOS PIDEN EL MANTENIMIENTO DEL EMPLEO. Por su parte, los trabajadores de la compañía defendieron la permanencia de los puestos de trabajo, más de 17.000 en toda España, y aseguraron que tanto CC.OO. como UGT negociarán con la dirección y el futuro dueño de la cadena un protocolo social de condiciones laborales.
Concretamente, el responsable de la Federación de Comercio y Hostelería de Cataluña, Manuel García Murillo, pidió que en el proceso de venta de la compañía se mantengan las condiciones y los puestos de trabajo.
El responsable de la Federación de Comercio catalana insistió en que la compañía debe permanecer en manos de algún grupo del sector, que asuma todo el negocio, realice una política comercial encaminada a que Caprabo consiga "levantar el vuelo".
"No tenemos favoritos, pero apostamos por cualquier grupo que fuera del sector y lo conociera", señaló García Murillo, para quien la entrada del capital riesgo sería "peligrosa" porque en un momento determinado puede trocear la cadena.
La empresa catalana de distribución Caprabo cerró el ejercicio de 2006 con un beneficio neto de 7,5 millones de euros, frente a las pérdidas de 32,5 millones registradas en 2005.
Según Caprabo, la vuelta a los resultados positivos se explica por la aplicación de un plan estratégico basado, fundamentalmente, en dos ejes, "la reestructuración del modelo de negocio con desinversiones en activos no estratégicos, y la renovación del modelo comercial".
