MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Iberdrola Renovables se convirtió en la primera compañía en España en recibir un certificado de la Asociación Española de Normalización (AENOR) que acredite la respuesta de sus parques eólicos a los huecos de tensión o perturbaciones provocadas por un cortocircuito que genera una interrupción en el suministro capaz de extenderse a otros puntos de la red.
Este certificado permitirá a Iberdrola percibir el incentivo por continuidad de suministro frente a huecos de tensión previsto en la Disposición Adicional Séptima del RD 661/2007, de 25 de mayo, que regula la actividad de producción de energía eléctrica en régimen especial.
La eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán ha certificado la capacidad de 17 de parques eólicos con una potencia total de 572 megavatios (MW) para responder a incidencias de este tipo.
El presidente de AENOR, Manuel López Cachero, entregó hoy en Madrid el certificado al director de Energías Renovables de Iberdrola, Xabier Viteri.
La potencia certificada por la eléctrica se distribuye en dos grupos, uno de 524 MW que integra los parques eólicos de Cantalojas, Maranchón IV, Luzón Norte, Clares, Escalón, Maranchón I, Cabezuelo, Maranchón Sur, Urbel del Castillo II, Capiruza I, Capiruza II, Tarayuela, Morón de Almazán, Sierra Menera I y Pico Collalbas. El segundo grupo, de 40 MW, incluye los parques de Sil y Los Almendros.
Los incentivos que Iberdrola reciba corresponderán exclusivamente a la actividad de estos parques eólicos y equivaldrán, aproximadamente, a un 5% de la facturación de las instalaciones durante un periodo de cinco años.
La compañía cuenta con una capacidad instalada de casi 7.000 MW en eenrgía eólica, y dispone de una cartera de proyectos que suman más de 40.000 MW, de los que un 51% se ubica en Estados Unidos, un 16% en España y un 15% en Reino Unido.
Los huecos de tensión provocan una caída de a 0 voltios de la corriente en el punto en el que se producen. El efecto se propaga al resto de la red eléctrica, de modo que otro punto de la red sufre también una caída de tensión cuya magnitud va en proporción a su cercanía con respecto al lugar en que se produjo en cortocircuito. El efecto se mitiga con la distancia y los puntos muy lejanos al cortocircuito no perciben la caída de tensión.
