Economía/Empresas.- El regulador de Nueva York decide este miércoles sobre la compra de Energy East por Iberdrola

Actualizado: domingo, 24 agosto 2008 14:29

MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

El organismo regulador de Nueva York, la Public Service Commission (PSC), emitirá el próximo miércoles, día 27, su dictamen definitivo sobre la compra de la estadounidense Energy East por Iberdrola, último escollo en la operación.

La comisión tuvo una primera toma de contacto el pasado miércoles, día 20, en la que tras cuatro horas de debate y examen sobre la oferta de Iberdrola confirmó que su decisión se conocerá el 27 de agosto.

La reunión tuvo por objeto proporcionar una visión completa de los puntos fuertes y débiles de la propuesta de la eléctrica española para ayudar a los comisionados a sopesar los riesgos y beneficios de la oferta.

En concreto, se trató la situación financiera de Iberdrola, sus compromisos con la comunidad, los riesgos de la operación, así como el compromiso de la compañía española de invertir en el Estado de Nueva York en proyectos de energía eólica.

Así, la adquisición de Energy East por parte de Iberdrola, valorada en 6.400 millones de euros --3.400 millones de activos y otros 3.000 millones de deuda--, podría recibir el visto bueno esta semana, más de un año después de que se presentara la oferta y tras acumular un retraso de varios meses respecto a los planes de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán.

El pasado mes de junio, el juez administrativo encargado de elaborar un informe sobre el caso, Rafael Epstein, recomendó que no se aprobara la compra o que, de darse el visto bueno, se impusieran condiciones, entre ellas restricciones al reparto de dividendos de Energy East, la imposición de una 'acción de oro' o contribuciones a la comunidad por valor de 646 millones de dólares (434,6 millones de euros), además de la venta de las centrales de generación fósil.

COMPROMISOS DE IBERDROLA.

Entre los compromisos de Iberdrola en el Estado de Nueva York, con mejoras sobre la oferta inicial, destacan la inversión de cerca de 2.000 millones de dólares (1.345,6 millones de euros) en proyectos renovables en el Estado, así como un ajuste de tarifas superior a 200 millones de dólares (una de las prioridades de la PSC) y la reducción de tarifas inmediatamente después de cerrarse la operación por importe de 54 millones de dólares (36,3 millones de euros).

Además, también recoge beneficios adicionales para los consumidores como consecuencia de la desinversión en centrales térmicas y el compromiso para resolver asuntos pendientes con las cooperativas eléctricas y con la ciudad de Rochester.

Por otra parte, la operación, planteada por Iberdrola en junio de 2007, ya ha obtenido las autorizaciones federales pertinentes y tres de las cuatro estatales: las de las comisiones de Servicios Públicos de Connecticut, New Hampshire y Maine, quedando únicamente pendiente la de Nueva York.

Además, la propuesta de la eléctrica española ha recibido también a lo largo del proceso el apoyo numerosas partes, incluyendo, entre otros, sindicatos y otras agencias estatales de Nueva York como International Brotherhood of Electrical Workers, Natural Resource Defense Council, Greater Rochester Enterprise y Empire State Development.

OPTIMISTA EN LA OPERACIÓN.

Respecto al éxito de la operación, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se mostró a finales del pasado mes de julio "optimista" ante la posibilidad de que el regulador neoyorquino apruebe la adquisición de Energy East, aunque aseguró que si la operación no sale adelante se desviará la atención hacia otros proyectos en Estados Unidos.

"Esperábamos tener cerrada la operación en el primer semestre, lo que no ha podido ser, y en el momento actual seguimos esperando la decisión del regulador de Nueva York", indicó Galán en una conferencia con analistas, en la que señaló que, de haberse cumplido la previsión inicial, Energy East llevaría ya un mes "aportando" a Iberdrola.

Galán destacó que si se encontraban "trabas" para llevar a cabo los objetivos básicos, la respuesta de la compañía sería la de "renunciar a la operación". Además, advirtió de que Iberdrola dispone de "cantidad de proyectos en Estados Unidos" en los que podría invertir, aunque subrayó que el grupo no ha fijado un 'plan B' como alternativa a un fracaso en la compra de Energy East.

"No estamos pensando en ningún plan alternativo", ya que "la realidad es que hoy pensamos que lo más probable es que la operación salga adelante", insistió.