BERLIN, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
La segunda mayor eléctrica de Alemania, RWE, destituyó ayer a su consejero delegado, Harry Roels, entre quejas de algunos inversores acerca del escaso interés del directivo por emprender procesos de fusión que permitan elevar el valor de la compañía, según el diario británico 'Financial Times' (FT).
El diario destaca que el despido de Roels, procedente de Royal Dutch Shell y uno de los líderes del sector energético con mayor prestigio, muestra las dificultades de directivos con experiencia en el extranjero u originarios de otros países para hacerse con el apoyo de los accionistas alemanes.
El sustituto de Roels, Jürgen Grossman, procede de una pequeña compañía alemana de acero, Georgsmarienhüttesteel, y ha ejercido hasta el momento como miembro del consejo de supervisión de la eléctrica.
Durante sus cuatro años de mandato, Roels vendió activos de la actividad de perímetro de RWE, entre ellos constructoras y editoras, y las acciones de la compañía registraron revalorizaciones continuadas.
Sin embargo, el diario asegura que su política de mejora del dividendo y de rechazo de adquisiciones por temor a pagar más de lo debido no gusta a los accionistas. El 30% de la empresa está en manos de autoridades públicas locales, que han defendido una política de expansión basada en adquisiciones que permita al grupo ir a la zaga de su principal competidor, E.ON.
Grossman, amigo del ex canciller Gerhard Schroeder, se perfila como un directivo capaz de entender las inquietudes de los accionistas, que no quieren que RWE se convierta en blanco de adquisiciones, sino en un comprador activo.
De esta forma, bajo el mandato de Grossman, RWE podrá aprovechar las influencias políticas de su nuevo consejero delegado y utilizar el flujo de caja acumulado por Roels para lanzarse a nuevas compras.
