Afirma que el consumo marquista superará a la marca blanca tras el "paréntesis" de la crisis
MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, señaló hoy que el ajuste de precios que está aplicando la distribución para reactivar las ventas "se está desplazando hacia atrás" hasta llegar a los proveedores, y, tras considerar que se trata de "tensiones lógicas" en la actual coyuntura, confió en que "no lleven a tensar la cuerda hasta que llegue a romperse".
Durante su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press, Espinosa enmarcó la estrategia de los distribuidores en la política que desarrolla cualquier empresa en una situación de crisis, con recortes de gastos innecesarios para la actividad, con el fin de repercutir ese ahorro en "proveer la demanda a precios más razonables".
"Es cierto que este ajuste se está desplazando hacia atrás, y hacia atrás llega hasta las materias primas, tratando que cada uno de los eslabones de la cadena aporte un poco más", agregó la titular del ramo, quien confió en que este tipo de "tensiones" no lleven "en ningún momento a tensar la cuerda hasta el punto de que llegue a romperse".
Espinosa constató que la crisis está conllevando una reducción del gasto de las familias en alimentación, aunque se mantiene su volumen de compra, lo que implica que existe una tendencia a abandonar el consumo marquista y, al tiempo, a elevar la demanda de línea blanca.
En su opinión, una vez que pase el "paréntesis" de la actual situación económica, la "tendencia natural" será que el consumo de productos marquistas vuelva a superar a la marca blanca o del distribuidor.
Así, la ministra rechazó que el avance de estas enseñas, que compiten en precio, suponga un peligro para la innovación y el valor añadido que genera la industria alimentaria. Además, incidió en que el sector industrial abastece también a mercados exteriores como el chino, donde existe esa demanda marquista que "va a segur exigiendo I+D+i".
INMINENTE APROBACIÓN DE LA LINEA ICO.
Espinosa subrayó la importancia de la industria alimentaria española y su positiva evolución pese a la contracción del consumo, por lo que recalcó que se trata de un sector "al que hay que seguir apoyando para que salga fortalecido de la crisis".
En este sentido, anunció que el Gobierno pondrá en marcha "inmediatamente" la línea de financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO), por importe de 1.000 millones de euros, para la industria y el sector primario. Se trata de una línea de apoyo que abordó el pasado jueves la Comisión Delegada de Asuntos Económicos y que se aprobará "en muy pocos días".
En declaraciones a Europa Press, la secretaria general de Medio Rural, Alicia Villauriz, detalló que se trata de bonificaciones de tipos de interés que se destinarán a acciones en materia de internacionalización, I+D+i, inversión y pymes, en el caso de la industria, y a inversiones en explotaciones, entre otras medidas, en el caso del sector primario. Villauriz aseguró que el importe aprobado será ampliable, en función de las necesidades del sector.
Durante su intervención, Elena Espinosa valoró que la industria alimentaria no esté sufriendo "la situación de crisis global en la que están muchos sectores industriales", de forma que el pasado ejercicio creció "muy poco" respecto a otros años. En concreto, superó los 80.000 millones de facturación, frente a los 78.000 millones del año anterior.
Se trata, según señaló la ministra, del primer sector manufacturero industrial del país, que emplea a más de 500.000 personas y que "sigue generando empleo y riqueza y aportando una balanza comercial positiva". "Es un esfuerzo que hay que reconocer a una industria que hace día a día un proceso de adaptación silencioso, callado, pero con resultados extraordinarios, a la normativa comunitaria y a las exigencias del consumidor", apuntó.
