HUELVA, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Mesa de la Ganadería de Asaja-Huelva, reunida hoy con carácter extraordinario para tratar la situación actual de la ganadería onubense, hizo un llamamiento a los organismos públicos para que "nunca más se vuelva a repetir el enfrentamiento político que se ha dado en las últimas semanas y que ha girado en torno el síndrome de la 'lengua azul'".
En un comunicado, la organización agraria consideró "lamentable" que los representantes públicos, en lugar de buscar la unidad y sumar esfuerzos para luchar por encontrar una solución que garantice el futuro y la viabilidad de este sector económico de la provincia de Huelva, "han perdido el tiempo y las energías en lanzarse reproches que no conducen a ninguna parte".
En este sentido, destacó que "ganaderos y administraciones sabían que la enfermedad volvería a resurgir por su devenir natural, ya que el mosquito transmisor gusta del calor y de las zonas de marismas para desarrollarse y reproducirse, como se dan en Huelva".
Por ello, indicó que, "una vez detectados los casos, es fundamental actuar con celeridad, unidad y eficacia, aplicando cuando antes y de la manera más eficiente la normativa vigente para controlar la propagación del síndrome.
Para Asaja-Huelva es "sorprendente que, mientras que el ganadero, el más perjudicado de toda esta cuestión, está dispuesto a seguir a rajatabla todas las exigencias de la normativa, los políticos se enzarcen en un cruce de acusaciones sin sentido que no llevan a ninguna parte, sólo a perder un tiempo que en estos casos resulta precioso y a desprestigiar al sector".
Así, Asaja-Huelva aconsejó a todos los dirigentes políticos de la provincia "que tomen como ejemplo la actitud del alcalde de La Puebla de Guzmán, Antonio Beltrán, que en lugar malgastar sus energías y su posición, las ha utilizado para pedir amparo al consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, al tiempo que solicitó ayudas que atenúen el descalabro económico de todas las explotaciones".
Respecto al coste económico que para el ganadero tienen las medidas de control y contención del síndrome catarral ovino, Asaja-Huelva consideró "insuficientes los 100 euros de ayuda propuestos por la administración por animal sacrificado" y pidió "no sólo que se aumente esta cantidad, sino también que se extienda a aquellos ejemplares que no necesitan ser sacrificados, pero a los que igualmente hay que someter a las pruebas y medidas epidemiológicas".
Finalmente, Asaja-Huelva hizo hincapié en el hecho de que el síndrome catarral ovino "es totalmente inocuo para el ser humano y que, por lo tanto, el ciudadano puede continuar consumiendo cordero con total tranquilidad y con todas las garantías sanitarias y de calidad".
