FRANKFURT, 29 May. (EUROPA PRESS) -
El déficit de la balanza por cuenta corriente en la eurozona se situó en 3.200 millones de euros en marzo, un 42% menos que en febrero, y después de que los déficits en transferencias corrientes y rentas superaran los superávits de bienes y servicios, según informó hoy el Banco Central Europeo (BCE).
En la cuenta financiera, las inversiones directas y de cartera registraron entradas netas de 57.000 millones de euros, que reflejaron sobre todo compras netas de acciones comunes por parte de no residentes.
En cuanto a la balanza por cuenta corriente, el déficit fue de 3.200 millones de euros en marzo, determinado por los déficits de transferencias corrientes, de 4.700 millones de euros, y rentas, 2.700 millones de euros, que fueron sólo parcialmente compensados por los superávits en bienes, de 2.400 millones de euros, y servicios, de 1.900 millones.
El déficit por cuenta corriente en los últimos doce meses alcanzó los 36.800 millones de euros, alrededor del 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al superávit de 37.800 millones de euros del año anterior, un cambio que obedeció a la reducción de 54.900 millones de euros en el superávit de bienes, que reflejó que el incremento del valor de las importaciones fue mayor que el de las exportaciones. El déficit de rentas subió también, en 20.200 millones, hasta los 43.700 millones.
En cuanto a la cuenta financiera, la inversión combinada directa y de cartera registró entradas netas de 57.000 millones de euros en marzo, 8.000 millones de los cuales correspondieron a inversión directa y los 49.000 millones restantes a inversiones en cartera.
Entre marzo de 2005 y marzo de 2006, la inversión en cartera y directa registró entradas netas por 53.000 millones de euros, frente a los 11.000 millones de un año antes, fruto de mayores entradas en inversión en cartera, de 54.000 a 188.000 millones de euros, que fueron compensadas parcialmente por mayores salidas de inversión directa, de 43.000 a 135.000 millones de euros.
La mayor afluencia de inversión en cartera reflejó más compras de acciones por parte de no residentes en el área del euro. La salida de inversión directa se incrementó por una menor inversión en la Eurozona por no residentes y una mayor inversión en el exterior por parte de habitantes de la Eurozona.
