BARCELONA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
La dirección de Seat y los sindicatos se reunirán este viernes para cerrar un acuerdo definitivo sobre el calendario laboral, con el objetivo de que la planta de Martorell (Barcelona) paralice su actividad entre el 5 y el 9 de marzo, lo que permitirá reducir el 'stock' de coches sin vender, según informaron a Europa Press fuentes sindicales.
Seat retiró esta mañana, sólo unas horas después de presentarlo ante la conselleria de Trabajo de la Generalitat, el expediente de regulación (ERE) temporal para 13.540 trabajadores que iba a servir para dar cobertura legal a los cinco días de inactividad en la empresa.
La compañía accedió a retirar la medida después de obtener el compromiso de las secciones sindicales UGT y Comisiones Obreras de que la paralización se realizaría durante esa semana recurriendo a medidas de flexibilidad no traumáticas, como el uso de la bolsa de horas o de la denominada jornada industrial. Por su parte, el sindicato CGT pide que se consulte a la plantilla.
La 'bolsa de horas' (que regula el tiempo de trabajo en función de la demanda del mercado) y el uso de la denominada jornada industrial (diferencia entre días de fábrica abierta y jornada anual de cada empleado) dan margen a la dirección y los sindicatos para llegar a una solución no traumática.
El presidente del comité intercentros y máximo responsable de UGT en Seat, Matías Carnero, explicó a Europa Press que la plantilla adeuda una media de 19 días a la empresa dentro de la bolsa de horas, cuando el tope es de 25 días.
El conflicto, según Carnero, se ha producido porque la compañía comunicó a los proveedores, antes de pactarlo con los sindicatos, que la fábrica de Martorell estaría inactiva del 5 al 9 de marzo. El presidente del comité intercentros reclamó a la dirección de Seat que mantenga la línea de consenso en la empresa, donde la dirección pactan el calendario cada dos meses para adecuarlo a la evolución del mercado.
Seat y los sindicatos habían tratado sobre la posible paralización de la fábrica durante una semana en febrero, para dejar de producir 10.000 coches. Sin embargo, la celebración de las elecciones sindicales en la compañía, el pasado día 25 de enero, supuso un "impasse" en los contactos, mientras que el descenso de ventas en enero aumentó la necesidad de la compañía de paralizar la producción para reducir los costes financieros derivados del elevado 'stock'.
Aunque ninguna de las partes lo reconoce abiertamente, el resultado de las elecciones sindicales, en que Comisiones Obreras ha sufrido un retroceso y UGT ha aumentado su posición de liderazgo, ha afectado a la situación y ha sido un factor más en la generación del conflicto, que finalmente ha sido desactivado.
