Un informe asegura que las fábricas de coches en España están en los primeros puestos en cuanto a productividad
MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
España ha perdido atractivo para las inversiones extranjeras del sector de los componentes de automoción, como consecuencia de la ampliación de la Unión Europea y del auge de las economías asiáticas que están contribuyendo al descenso de España en el ránking de países más atractivos, según el informe 'La Gestión del Riesgo como factor de Competitividad en el Sector Auto', elaborado por PricewaterhouseCoopers (PwC).
El principal factor por el que España ya no es un destino atractivo para las multinacionales de componentes extranjeras, como pone de manifiesto el reciente cierre de las plantas de Lear, Delphi, Faurecia o Valeo, entre otras, es que la mano de obra ya no es un factor competitivo que atraiga la inversión.
Para sacar adelante esta situación, el informe, al que tuvo acceso Europa Press, apunta que la clave de la supervivencia del sector "reside en evolucionar desde una posición anterior basada en el atractivo para las deslocalizaciones de bajo coste a una nueva posición basada en su atractivo para las inversiones en productos y procesos de alto valor añadido".
El documento refleja, a su vez, que otro reto al que se enfrenta la industria de equipos y componentes española "deriva tanto de la evolución de la producción de vehículos en España y en sus principales países competidores como de la necesidad de acompañar a los fabricantes en sus procesos de internacionalización".
PwC destaca en su informe que estos procesos de internacionalización están destinados a reducir los costes de fabricación y a la búsqueda de mercados "menos maduros que los occidentales".
Asimismo, pone de manifiesto que los fabricantes de coches están aumentando su presión sobre las marcas de componentes y ésta "se intensifica a medida que los constructores de vehículos analizan las estructuras de coste de sus proveedores y las suyas propias".
El informe contempla que la industria de componentes se enfrenta a la globalización que supone un "gran esfuerzo" económico y humano. Asimismo, el documento refleja que el tamaño de las firmas nacionales, en ocasiones, "no es suficiente" para competir en el entorno actual tan competitivo.
La industria española de componentes también se encuentra con dificultades a la hora de hacer frente al I+D+i que está exigiendo el sector de la automoción, a causa de las necesidades financieras requeridas.
FABRICANTES DE COCHES.
El estudio 'La Gestión del Riesgo como factor de Competitividad en el Sector Auto' resalta que las fábricas de automóviles en España "se sitúan al frente de los ranking europeos e internacionales de productividad". PwC apunta que el nivel de formación y cualificación de los empleados "es elevado" y que la flexibilidad laboral "está mejorando".
Por otra parte, otro de los riesgos a los que se enfrentan los fabricantes de vehículos es la concentración de inversiones en los mercados emergentes, así como la fragilidad de la cadena de suministro, donde se amplifica la interdependencia entre constructor y proveedor.
Igualmente, el sector de fabricantes de automóviles está afrontando un modelo de negocio tensionado, "basado en la hipótesis de que la reducción de costes compensará los precios deflacionarios, y que se extiende a lo largo de la cadena de suministros".
El documento explica que los fabricantes están sufriendo también el solapamiento de la oferta de productos de gran número de constructores de componentes, el excesivo énfasis en el crecimiento de mercado y la presión sobre el crecimiento del volumen en mercados maduros.
Para afrontar estos retos, los fabricantes deberán contener los costes energéticos, que representan un 1,5% del valor final del vehículo, así como lograr una reducción de la presión fiscal que soportan y llevar a cabo una mejora de las infraestructuras y de la logística de suministro y distribución.
