ZARAGOZA, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los paros de dos horas realizados por los trabajadores de la planta de General Motors (GM) en Figueruelas (Zaragoza), en protesta por las externalizaciones que la compañía pretende llevar a cabo en los módulos de puertas y salpicaderos del nuevo modelo de Opel Corsa, comenzaron hoy con una participación del 98%, informó el sindicato Osta.
"Ha habido una buena respuesta al parón ya que ha sido prácticamente del 100 por cien de la plantilla. La jornada está siendo muy tranquila y normal", explicó Antonio Carvajal, de la sección sindical de CC.OO., Antonio Carvajal.
Por otro lado, a las 12.15 horas se realizó una concentración en las mismas oficinas de Figueruelas a la que acudió parte de los trabajadores. También se leyó un comunicado en el que se ha explicado la posición adoptada por los trabajadores a la empresa para que no lleve a cabo los planes de externalización sin contar con ellos.
Los paros, que se llevan a cabo al final de cada turno, se están realizando de 12,00 a 14,00 horas para los trabajadores que llevan turno de mañana, de 20,00 a 22,00 horas para los del turno de tarde y de 04,00 a 06,00 horas del turno de noche. Están apoyados por CC.OO., CGT, OSTA y USO.
"Por el momento la empresa no ha dicho nada y ni ha enviado ningún comunicado, pero imagino que se posicionará porque cuando hay un problema siempre lo hace", indicó el José Pérez, de OSTA.
Para Alfonso Tierra, de CGT, estos paros son sólo "un primer paso", ya que son "conscientes" de que con esta medida no van a modificar el plan de externalización. "Los siguientes pasos debemos acordarlos con el resto de fuerzas sindicales, pero podría ser una manifestación para mostrar nuestro problema a la opinión pública", concluyó.
Esta situación se ha producido porque según los sindicatos, no se ha producido la negociación que el pasado 7 de septiembre se acordó en el Comité de Empresa para tratar el tema de las externalizaciones.
La dirección debe meditar "si es correcta su estrategia de recorte constante de derechos, de imposición de nuevas condiciones sin apenas negociación colectiva, de amenaza constante hacia la plantilla sobre las consecuencias que podemos sufrir sobre el empleo, la producción o las inversiones si no se acata sin rechistar la propuesta que ellos solos idean, queriendo constantemente hacer responsable a la plantilla de las consecuencias de no poder imponer sus políticas de futuro", apuntan desde OSTA.
Por su parte, el sindicato UGT-Aragón ha expresado que no está en contra de lo que está haciendo el resto de los sindicatos, únicamente no votaron la propuesta del paro porque prefieren "negociar con la empresa".
