Plantea la regulación del mercado de SMS para evitar abusos monopolísticos
BRUSELAS, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea presentó hoy sus propuestas para revisar la normativa comunitaria de telecomunicaciones, entre las que se encuentran forzar a los operadores históricos --como Telefónica-- a reducir el control de sus redes, regular el mercado de mensajes de texto (SMS) para evitar abusos monopolísticos, o crear un regulador único de telecomunicaciones en la UE.
El Ejecutivo comunitario considera que la actual legislación, que data de 2002, es sólida y ha logrado sus objetivos de fomentar la competencia, consolidar el mercado único y beneficiar a los ciudadanos. El sector de las telecomunicaciones ha crecido por encima del nivel medio de la economía, y su valor se situó en 2005 en 270.000 millones de euros. La inversión en la UE es comparable a las que existen en Estados Unidos o en Asia.
No obstante, la comisaria de Sociedad de la Información, Viviane Reding, cree que en algunos sectores, como la banda ancha, es necesario seguir regulando para introducir más competencia. En el documento presentado este jueves, se estudia por primera vez la opción de la 'separación estructural', es decir, que los reguladores puedan exigir a un operador dominante que garantice a sus rivales el acceso a sus redes obligándole a separar la provisión de servicios de la provisión de infraestructuras.
Reding apuntó que la actual legislación de telecomunicaciones de la UE no prevé la separación estructural como medida correctora, pero recordó que ya existe el precedente del Reino Unido, donde la experiencia ha tenido "resultados positivos". También se señala el caso de Estados Unidos, donde las autoridades de competencia forzaron en 1984 la división del operador monopolístico AT&T en las llamadas 'Baby Bells', lo cual ha permitido una competencia en infraestructuras.
La comisaria dijo que se trata de una alternativa que "está sobre la mesa" y puede resultar "interesante" para resolver los problemas de competencia en otros Estados miembros. No obstante, precisó que todavía no ha tomado una decisión definitiva al respecto y que quiere oír antes lo que digan los Estados miembros, la Eurocámara y las empresas.
MENSAJES DE TEXTO
El Ejecutivo comunitario quiere reducir de 18 a 10 el número de mercados que tendrán que analizar los reguladores nacionales para detectar posibles abusos de mercado y proponer las medidas correctoras necesarias. El objetivo es simplificar las trabas burocráticas y la carga de trabajo para los reguladores nacionales. Los mercados que se suprimen son la mayoría de los relacionados con servicios minoristas relacionados con telefonía fija, tanto en llamadas nacionales como en las internacionales.
No obstante, por primera vez el Ejecutivo comunitario pide explícitamente a los reguladores nacionales que investiguen el mercado de mensajes de texto para detectar posibles problemas de competencia y proponer las soluciones necesarias. Reding señaló que el actual marco ya permite regular los SMS, y así lo han hecho las autoridades francesas.
"En 2002 no lo especificamos porque en ese momento el SMS era un mercado emergente. Ahora sustituye muchas veces a la voz y a nivel mayorista está maduro. Por ello en la nueva propuesta lo incluyo junto con la voz", dijo la comisaria.
Fuentes comunitarias subrayaron que los mensajes de texto tienen una característica monopolística porque sólo el operador del receptor puede permitir que lleguen a su destino. Ello significa que la compañía telefónica tiene en teoría poder de mercado para fijar el precio que quiera.
REGULADOR Y ESPECTRO
Reding cree que las diferencias entre los Veinticinco reguladores nacionales constituyen un "obstáculo" para el mercado interior y para una competencia efectiva. A su juicio, la solución más efectiva para este problema sería crear un regulador de telecomunicaciones europeo independiente que trabaje conjuntamente con los nacionales en un régimen similar al Sistema Europeo de Bancos Centrales.
En su revisión de las reglas sobre telecomunicaciones, el Ejecutivo comunitario propone liberalizar parcialmente el uso del espectro radioeléctrico, que en la actualidad está sometido a un régimen de concesión administrativa en la mayoría de Estados miembros. Para ello se aprovecharían las bandas dejadas libres por el paso de la televisión analógica a la digital.
Bruselas quiere introducir el comercio del espectro dentro de la UE en determinadas bandas, y también establecer bloques comunes que puedan usarse en las mismas condiciones en todos los Estados miembros para prestar servicios paneuropeos. Según los cálculos del Ejecutivo comunitario, ello podría generar beneficios adicionales por valor de 8.000 millones de euros.
