El estudio destaca las medidas de seguridad y la limpieza de los aeródromos españoles, donde fallan los servicios y la información
MADRID, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
La mejor terminal española es la T-4 del aeropuerto de Madrid-Barajas, con una nota de "muy bien-excelente", seguido de Alicante, Bilbao, la T-1 de Madrid-Barajas, Málaga, Palma de Mallorca y Santiago de Compostela que obtuvieron todos una nota de "muy bien", según un estudio de Consumer Eroski sobre los 23 principales aeródromos en España.
La compañía destacó que ninguno de los aeropuertos analizados bajó del "bien" en la calificación global. Consumer Eroski visitó el pasado mes de febrero los distintos aeropuertos y valoró el estado de mantenimiento, la limpieza y conservación, el equipamiento y los servicios, la información al usuario, la comodidad de las instalaciones, la accesibilidad para discapacitados y la oferta gratuita de ocio, la seguridad y las comunicaciones de las instalaciones con las ciudades de su entorno.
En este sentido, Consumer Eroski destacó que "la conexión por carretera y los transportes públicos con la capital más cercana son muy mejorables cuando no realmente deficientes" y apuntó que en más de la mitad de los aeródromos los horarios de los autobuses impiden coger el primer y el último avión. El estudio se inició desde las capitales más cercanas a cada aeropuerto, en las que se tomó un taxi para comprobar cuánto cuesta la carrera hasta el aeródromo.
En referencia al transporte, la compañía apuntó además que el trayecto medio en taxi desde el centro de la ciudad de referencia al aeropuerto representó un desembolso medio de 22,50 euros, con seis aeropuertos --Tenerife Sur, Murcia, Asturias, Las Palmas, Hondarribia-San Sebastián y la terminal T-4 de Madrid-Barajas-- por encima de los 25 euros. Estos precios son "excesivos en la actual coyuntura de abaratamiento y consiguiente popularización de los vuelos", destacó Consumer Eroski.
Asimismo, con excepción de Madrid-Barajas, Barcelona-El Prat y Málaga que cuentan con metro o tren, el autobús es la única posibilidad de alcanzar el aeropuerto. El estudio destacó el caso del aeródromo de Noain (Pamplona), que "ni siquiera cuenta con un autobús que lo una con la capital navarra". Por otra parte, en caso de utilización del coche la media del coste del uso del parking alcanza los 1,10 euros la hora.
POCOS SERVICIOS AUNQUE BUENA SEGURIDAD Y LIMPIEZA
En cuanto a aspectos negativos, el estudio señala la ausencia de una oferta de ocio gratuita, zonas de juego infantil, salas de TV, ordenadores o lectura. Además, apuntó a la "carestía" en los servicios como parkings y cafeterías, donde, en este último caso, el precio medio por un café con leche se sitúa en los 1,40 euros, aunque hay aeropuertos que alcanzan los 2,80 euros.
Por otra parte, el estudio indica que sólo uno de cada seis aeropuertos ofrece la posibilidad de dejar las maletas en una consigna, con un precio medio de este servicio cercano a los cuatro euros por día, y destacó la "deficiente" distribución de los carritos portaequipajes en uno de cada tres aeropuertos.
En cuanto a la información al usuario, Consumer Eroski apuntó que casi la mitad de los aeropuertos carecen de un mapa que informe a los usuarios en qué lugar exacto de las instalaciones se encuentran en cada momento. Asimismo, no se encuentra personal de información en siete de los 23 aeropuertos analizados y entre el personal que colaboró --sólo uno de cada tres preguntados lo hizo-- se trataba, en el 65% de los aeropuertos, de empleados del mostrador de Información que no podían abandonar su puesto.
En lo referente a la seguridad, el estudio señaló la poca vigilancia en el exterior de las instalaciones y consideró necesaria una mejora de las indicaciones sobre qué hacer en caso de situaciones de emergencia. No obstante, Consumer Eroski consideró "muy buenas" tanto las medidas de seguridad y prevención como la limpieza y conservación de los aeropuertos, "con pocas excepciones".
Además, el estudio valoró positivamente que una persona en silla de ruedas pueda desenvolverse sin problemas por los 23 aeropuertos --dependencias exteriores, interiores y aseos--, aunque tres de cuatro no estaban preparados para invidentes. Además, Consumer Eroski destacó que en ninguno de los aeropuertos observó gente fumando en zonas distintas de las habilitadas para ello, aunque sólo uno de cada ocho aeródromos cuentan con zonas para fumadores.
