MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha afirmado que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no apoyará más fusiones de cajas, aunque seguirá activo ante posibles intervenciones, y que el proceso de reestructuración de las cajas de ahorro "esta hecho", por lo que ahora toca emprender "cuanto antes" la reforma de su marco legal, ya que la ley actual no permite que las cajas "puedan ir por sí solas".
Durante su comparecencia ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, Fernández Ordóñez señaló que las entidades no pueden requerir un capital de primera calidad al mercado y tampoco tienen "disciplina de mercado, lo que supone un lastre para el sector, ahora que los "problemas del pasado" están prácticamente resueltos.
A su juicio, el acuerdo entre PP y PSOE para reformar al Ley de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorro (LORCA) es "importantísimo" para que, pese a las aportaciones de otros grupos, no haya "cambios de rumbo importantes" a la hora de dotar a las cajas de capacidad de emitir instrumentos computables como recursos propios de la máxima calidad y mejorar su gobernanza.
Ante las preguntas de los portavoces, Fernández Ordóñez admitió que la reforma "ha sido lenta", pero esto ha sido porque el FROB es un "procedimiento voluntario" que tiene otras "indudables ventajas" para la competitividad de las empresas.
Asimismo confirmó que el Fondo "se ha acabado", en el sentido de no dará apoyos a más fusiones y procesos de integración a partir del 30 de junio, como determina Bruselas, si bien mantendrá sus facultades para eventuales procesos de intervención de entidades con problemas.
4.465 MILLONES PARA CAJA MADRID
El Banco de España ha autorizado ya 11 de los procesos emprendidos, de los que siete se harán a través del Frob, aunque su dirección sólo ha dado luz verde a tres.
Quedan pendientes otros cuatro, de los que el mayor importe lo supone el SIP liderado por Caja Madrid y Bancaja, que requerirá más de 4.465 millones de euros; el encabezado por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y Cajastur, que recibirá en torno a 1.400 millones, mientras que la fusión de las cajas gallegas necesitará 1.100 millones.
En ese sentido, señaló que tanto las fusiones propiamente dichas como los Sistemas Institucionales de Protección (SIP) son equivalentes para los objetivos perseguidos por el Banco de España y defendió que estos últimos mecanismos imponen unas condiciones "que hace difícil pensar que sean reversibles", al tiempo que tiene la "ventaja" de mantener las "marcas regionales".
