BARCELONA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Economía y Finanzas, Antoni Castells, admitió hoy avances en la negociación del nuevo modelo de financiación, reconociendo que "las cosas se han movido" por primera vez desde la reunión entre José Montilla y José Luis Rodríguez Zapatero de diciembre, aunque matizó que no lo suficiente.
"Si estuviera hablando de una cosa inapreciable no diríamos que se han movido", dijo Castells en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Parlament, que quiso ser prudente e hizo hincapié en que el acuerdo no está hecho, pues la situación no ha mejorado suficientemente en puntos importantes, como el modelo y las cantidades.
Sin querer entrar en concreciones, sí reconoció avances en "hechos objetivos", y explicó que así lo ha transmitido a sus socios del Govern, y tiene intención de explicarlo a la oposición. De todas maneras, no quiso lanzar las campanas al vuelo, y advirtió de que el Govern no ha llegado hasta este punto para aceptar un mal acuerdo.
Después de que la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, dijera ayer que alguna comunidad podía descolgarse del modelo, Castells opinó que esta afirmación no es ninguna novedad, y el Govern ya se ha pronunciado al respecto en varias ocasiones, subrayando que Catalunya rechazará el modelo si no lo comparte.
Eso supondría, a su juicio, un "fiasco" para el Gobierno, porque es Catalunya la que ha promovido la reforma de la financiación, y añadió que así lo han manifestado algunos dirigentes del Ejecutivo central cuando dicen que la comunidad catalana debe formar parte del acuerdo.
Quiso dirigir este mensaje de firmeza a quienes creen que el Govern claudicará "bajo la presión" de "fechas que dicen otros", pero también a CiU.
Castells lamentó que los "patriotas" de CiU se dediquen a "disparar" contra el Govern en vez de contribuir a un buen acuerdo, y esperó que la federación sea finalmente capaz de anteponer los intereses del país a su objetivo de erosionar al Ejecutivo catalán.
Recordó que los ciudadanos han podido escuchar en boca de CiU y desde hace muchos meses que el Govern iba a aceptar un mal acuerdo, de la misma manera que desde Madrid se hablaba de que el acuerdo estaba casi a punto. "Desgraciadamente, el tiempo que perdían haciendo declaraciones no lo perdían haciendo propuestas concretas que permitieran acercar posiciones", lamentó.
