BARCELONA/SEVILLA/MADRID, 30 Oct. (OTR/PRESS) -
La Generalitat descartó ayer que la nueva estación de Cercanías de El Prat de Llobregat, en Barcelona, pueda acoger la llegada del AVE de forma provisional, después de que varias voces destacaran la inoperatividad de las instalaciones y los accesos para acoger tal llegada de viajeros. Y mientras la situación de las comunicaciones en Cataluña sigue estancada, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, volvió hoy a reiterar su negativa a presentar la dimisión, porque tiene la confianza del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y no hay que "quemar a nadie en la plaza pública".
El alcalde de El Prat, Lluís Tejedor, afirmó el domingo que las instalaciones ferroviarias "no están preparadas" para acoger el volumen de pasajeros que supondría la llegada del AVE al municipio, aunque fuese de forma provisional. Esta medida, anunciada como futurible por parte del secretario de Estado de infraestructuras, Víctor Morlán, recibió ayer la aclaración del secretario de Movilidad de la Generalitat, Manel Nadal, quien la descartó por completo.
En declaraciones tras una reunión con integrantes del Centro de Cooperación de Operaciones Ferroviarias, señaló que no sería "muy oportuno" habilitar la estación, puesto que sería peor el remedio que la enfermedad y se "complicarían la movilidad tanto de los habitantes de El Prat como de los usuarios de Cercanías".
Por su parte, desde Sevilla, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, rechazó de nuevo ofrecer su puesto a cambio de las responsabilidades tras el caos ferroviario en Cataluña. "Por insistir más no me voy a ir, lo haré exclusivamente cuando no tenga la confianza de la persona que me ha nombrado", señaló. Álvarez apostó por "un análisis sereno" de la situación, desmintiendo que se haya planteado la rescisión del contrato a OHL.
"Tratamos de hacer las cosas bien sin tener que quemar en una plaza pública a nadie, aunque algunos quisieran", aseguró en rueda de prensa, en la que garantizó que "se han modificado las prioridades del trabajo, se han introducido nuevas empresas especializadas y la empresa se hará cargo de los gastos adicionales". Respecto a los plazos de las obras interrumpidas por los continuos incidentes, la titular de Fomento concluyó que "estarán terminadas cuando se esté seguro de que están perfectamente y no se corre ningún riesgo.
Álvarez tildó de "prioridad" la seguridad, premisa también resaltada por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco. Un día después de su visita, calificó de "muy positivo" el viaje de Zapatero a Barcelona, que demuestra el "compromiso inequívoco" de terminar la obra sin "eludir responsabilidades" ni "echarse la pelota" entre administraciones.
Desde el PP, se criticó la gestión del Ejecutivo central. El presidente de los populares, Mariano Rajoy, reprochó, en una entrevista en Telecinco, la fallida "apuesta electoral" de inaugurar la llegada del AVE el 21 de diciembre y que Zapatero no concrete la responsabilidad que asumió durante su repentina visita del domingo. Asimismo, en rueda de prensa tras la reunión de la dirección del partido, el secretario general del PP, Ángel Acebes, criticó hoy del presidente del Gobierno que se haya hecho "la foto con los socavones" sin ofrecer soluciones "concretas" a los sucesos.
EL PARLAMENT, CONTRA ÁLVAREZ
La titular de Fomento descarta su propia dimisión, pero otros grupos políticos siguen con su campaña en contra de la ministra exigiendo su cese. De esta forma, los grupos de ERC e ICV-EUiA en el Parlamento catalán registraron ayer una propuesta conjunta de resolución para que la Cámara regional pida a Zapatero "la destitución de la ministra de Fomento, como principal responsable político".
En la anterior sesión de control al Ejecutivo catalán, todos los grupos excepto el PSC ya pidieron este supuesto, instando al presidente de la Generalitat, José Montilla, a llevar la súplica al líder del Ejecutivo central. Una situación a la que Montilla se negó y a la que sigue ahora una propuesta formal de los socios de Gobierno que exige que se "depuren responsabilidades técnicas y políticas".
En este sentido, CiU reclamó una moratoria en la decisión sobre el paso del AVE por Barcelona y pidió al Gobierno que indemnice a los afectados por las dificultades de Cercanías causadas por los trabajos de llegada de la alta velocidad a Cataluña. El presidente de la formación, Artur Mas, habló de la "situación de emergencia gravísima" que vive la región, confiando en que el Parlament apruebe próximamente por mayoría la dimisión de Álvarez.
