Actualizado: martes, 12 marzo 2013 18:59


MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

La patronal de grandes constructoras Seopan ha pedido al Gobierno que "reactive" obras de las que actualmente están paralizadas por importe de 10.000 millones de euros, unos trabajos que, según sus cálculos, generarían 180.000 empleos y propiciarían una recaudación fiscal de 6.200 millones.

Estas obras representan un tercio del total de proyectos "adjudicados y pendientes de ejecución" que el Ministerio de Fomento actualmente tiene en cartera por un importe total de 35.000 millones de euros, según indicó el presidente de la patronal, Julián Núñez.

En opinión de las constructoras, el Gobierno debe considerar poner en marcha parte de esta cartera "para fomentar medidas de crecimiento a través de la inversión pública, actualmente en mínimos".

Durante su intervención en un curso de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), el presidente de Seopan defendió que existen modelos de financiación, como el concesional, que permiten realizar esta inversión sin afectar al déficit público, e insistió en que aún quedan infraestructuras por construir en España.

En este sentido, el presidente de la patronal de concesionarias de autopistas Aseta, José Luis Feito, insistió en cobrar peaje en todas las autovías gratuitas para recaudar dinero para nuevas obras. "Sólo con el peaje de un año se construiría el Corredor Mediterráneo", ejemplificó en su intervención en el mismo curso de la APIE.

Feito coincide en que queda mucho por construir, pese a estimar que en los últimos años "se ha construido mucho y mal", de forma que, en su opinión, "ninguna de las líneas AVE tiene sentido".

MAYOR PESO DEL AJUSTE

De su lado, las grandes constructoras apuntaron que, pese a que "en la construcción de infraestructuras no está el origen de la crisis", el sector ha soportado el mayor peso del ajuste del Gobierno en la lucha contra el déficit, dado que la inversión pública en obra se ha reducido en un 55%.

Así, el sector ha pasado a suponer un 11,6% del PIB a cierre de 2012, la mitad respecto al porcentaje máximo del 22,2% que copó en la economía española en 2006, antes del inicio de la crisis.

Todo ello ha supuesto, según Núñez, que el sector de la obra civil haya destruido más empleos que los que generó en los años del 'boom' (300.000 destruidos entre 2008 y 2012, frente a los 228.000 generados entre 2000 y 2008), y que España esté hoy día a "la cola" de los países europeos por inversión en relación a la población y extensión del país.