SANTANDER, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, ha pedido celeridad para que el Gobierno y el Parlamento lleguen a los acuerdos necesarios para encontrarle un sustituto en el cargo antes del mes de septiembre, momento en que terminaría su mandato.
Aunque en septiembre cumplirá seis años en la presidencia de la CNMC, momento en que debería ser relevado por tratarse de mandatos improrrogables, Marín Quemada ha explicado durante su intervención en el seminario 'Las finanzas sostenibles y su importancia en el futuro de la economía', organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la APIE que la ley estipula que debe mantenerse en el cargo hasta que llegue su sustituto.
"Al que escribió la ley se le ocurrió la brillante idea de que este mandato era improrrogable, cosa que comparto porque creo que seis años deben ser suficientes, pero que había que quedarse hasta que viniese el sustituto", ha señalado a preguntas de los medios de comunicación.
Según ha explicado Marín Quemada, esto requiere de un cierto espacio de consenso, ya que es el Gobierno quien sugiere al candidato y después el Parlamento tiene que pronunciarse sobre la idoneidad de la persona propuesta y darle o no su aprobación.
"Todo eso requiere de unos acuerdos y espero que las cosas funcionen con celeridad para llegar a septiembre con los acuerdos posibles", ha apuntado.
Marín Quemada ha señalado que son las personas las que caracterizan las decisiones y calidad de las instituciones, por lo que espera y desea "que los que tienen que proponer, propongan con acierto, y los que tienen que decidir en el Parlamento, decidan con acierto".
DOBLE ESTRUCTURA DE LA CNMC
Preguntado sobre la "anómala" estructura de la CNMC, que une regulación y competencia, Marín Quemada ha aclarado que no intervino en la construcción del modelo, pero ha asegurado que no es un modelo único en el mundo, sino que otros países cuentan con modelos convergentes de unión de distintas autoridades, como Reino Unido, Holanda, Australia o Nueva Zelanda, entre otros.
Según su reflexión, hay diferentes modelos y cada uno cuenta con ventajas e inconvenientes, y el que tiene España le ha parecido que tiene "una enorme potencia". "Da una respuesta clara a la realidad que nos rodea, y es que antes había empresas que se dedicaban a una cosa y requerían un regulador, y ahora resulta que se dedican a muchas", ha valorado.
