WASHINGTON, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Reserva Federal estadounidense (Fed) decidió en su reunión de hoy mantener los tipos de interés en el 5,25% por octava reunión consecutiva, indicó el organismo en un comunicado.
El Comité de Política Monetaria del banco central estadounidense (FOMC por sus siglas en inglés) indicó en un comunicado que la decisión de mantener los tipos se tomó por unanimidad.
El FOMC explicó que su principal preocupación sigue siendo el riesgo de que la inflación no logre moderarse tal y como se prevé y anunció que "las futuras decisiones en política monetaria se adoptarán en función de las perspectivas de inflación y crecimiento económico".
Asimismo, señaló que "el crecimiento de la economía del país fue moderado durante el primer semestre, mientras que los mercados financieros han permanecido volátiles durante las últimas semanas y las condiciones de crédito se han endurecido para los hogares y las empresas".
"Sin embargo, la economía parece que continuará su expansión a un ritmo moderado en los próximos trimestres soportada por un sólido crecimiento del empleo y los ingresos en un escenario de solidez de la economía global", añadió.
Por otra parte, el FOMC subrayó que las lecturas de la inflación subyacente, que excluye la volatilidad de precios de la energía y los alimentos, han mejorado modestamente en los últimos meses, aunque señaló que hace falta que esta moderación de las presiones inflacionistas sea sostenida en el tiempo, además indicó que el alto grado de utilización de la capacidad de la economía mantiene esas presiones.
TRECE MESES DE ESTABILIDAD
La Fed cumple trece meses manteniendo los tipos estables desde que abandonó su política monetaria acomodaticia en junio de 2006, cuando aplicó un aumento del 0,25% para dejarlos en el 5,25% actual.
Hasta entonces, la Fed había aplicado 17 aumentos consecutivos del precio del dinero en un periodo de dos años, con el objetivo de controlar las crecientes presiones inflacionistas a través de la moderación en el crecimiento económico.
Los analistas y el consenso del mercado ya descontaban que la Fed mantendría los tipos en el nivel actual y descartaron una rebaja de los mismos, debido a que la reserva general sigue teniendo en el punto de mira la inflación y el mercado de la vivienda norteamericano, muy afectado por la crisis de las hipotecarias 'subprime'.
Aún se mantiene la incertidumbre sobre cómo reaccionará la Fed en el futuro a la confusión creciente del mercado y a la elevada volatilidad causada por la crisis del subprime que podría trasladarse al mercado del crédito.
Esta volatilidad ha ocasionado cuantiosas pérdidas en Wall Street. De hecho, el indicador Dow Jones perdió el pasado viernes 282 puntos, y en estos momentos cede un 3,8% tras el máximo de 14.000 puntos alcanzado el pasado 19 de julio.
SEÑALES MIXTAS EN EL ÁMBITO MACROECONÓMICO
Mientras tanto, los indicadores macroeconómicos estadounidenses evolucionan de manera mixta. Por una parte, el crecimiento económico se aceleró notablemente en el segundo trimestre, según los primeros datos hechos públicos por la administración estadounidense.
El Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre creció a un ritmo del 3,4%, frente al 0,6% registrado en el trimestre anterior, pero los analistas temen que el enfriamiento inmobiliario y la crisis del sector de crédito 'subprime' hagan mella en la evolución del segundo semestre.
Por otro lado, la inflación, referencia seguida de cerca por la Reserva Federal a la hora de fijar su política monetaria, mostró que los precios subyacentes, que excluyen la volatilidad de la energía y alimentos, crecieron sólo un 1,4% en el segundo trimestre, su menor incremento en cuatro años y muy por debajo del 2,4% del primer trimestre.
El Índice de Precios de Consumo (IPC) de junio subió un 0,2% con respecto al mes anterior, el menor incremento en cinco meses, mientras que la tasa interanual se situó en el 2,7%.
A pesar de que un recorte de los tipos daría un respiro a la economía estadounidense, numerosos analistas opinan que la Fed mantendrá los tipos inalterados hasta finales de año para mantener a raya la inflación.
"Creemos que la posibilidad de que se aplique un recorte antes de finales de año es baja", señala un informe de American Express Funds, que opina que la Fed solo modificará su política monetaria si se produce un severo desplome financiero, que repercutiría en un recorte de la inversión empresarial, del gasto de consumo y del empleo
La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) sugirió la Fed que considere recortar tipos ante la ralentización económica del país y los problemas del mercado inmobiliario, que podrían afectar severamente al crédito y por consiguiente, al consumo.
