MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las Sociedades de Inversión de Capital Variable son un instrumento de inversión colectiva. Son conocidas por el éxito que tienen entre las personas de alto poder adquisitivo, que suelen utilizarlas para gestionar su patrimonio, aunque también son usadas para gestionar fondos de inversión.
¿QUÉ SE NECESITA PARA CONSTITUIR UNA SICAV?
Se necesitan al menos 100 socios, un capital mínimo de 2,4 millones de euros y la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
A pesar de ser 100 participantes, realmente sólo hay un "dueño", que es el que toma las decisiones de compra y venta, mientras que el resto sólo aparecen como personas interpuestas o "mariachis", (como se les conoce en el mundo financiero) sin poder acceder a los fondos. A este modelo se le llama SICAV libre.
Pero existe un segundo tipo, la SICAV por compartimentos, donde el capital mínimo a desembolsar es de 480.000 euros con un mínimo de 20 socios por compartimento. El total de todos los compartimentos que conformen la sociedad tiene que cumplir los mismos requisitos que el modelo anterior, es decir, un capital mínimo de 2,4 millones de euros y el número total de accionistas no puede ser inferior a 100.
¿DÓNDE PUEDEN INVERTIR?
Las SICAV tienen la obligación de invertir en activos financieros, es decir, en acciones, bonos y deuda pública o privada.
¿CÓMO TRIBUTAN?
Las operaciones tributan al 1% en el Impuesto de Sociedades por sus beneficios, frente al 30% que se aplica en las empresas (aunque en 2016 se reducirá al 25% según la nueva reforma fiscal), siempre y cuando no se mueva el dinero invertido ni los beneficios que da la SICAV.
Pero cuando el dueño rescata su inversión, debe tributar este incremento del patrimonio, que lo haría igual que unas acciones, entre el 21% y el 27%. Aunque a partir del 2016, con la nueva reforma fiscal, se situará entre el 19% y el 23% en función del importe.
Además, se tributará donde el contribuyente tenga su residencia fiscal, con independencia de donde esté radicada la SICAV.
¿CÓMO SURGIERON LAS SICAV EN ESPAÑA?
Las SICAV fueron creadas en España en 1983 durante el mandato de Felipe González, por iniciativa del entonces ministro de Economía, Miguel Boyer, para poder evitar que las grandes fortunas se llevaran el dinero fuera del país.
¿POR QUÉ EL PARLAMENTO EUROPEO COLABORÓ CON LAS SICAV QUE GESTIONAN LOS FONDOS DE PENSIONES DE LOS EURODIPUTADOS?
Estos fondos privados de pensiones fueron creados en 1990 por un grupo de eurodiputados. Ante la falta de un régimen común, la SICAV se constituyó como un complemento de las pensiones, con el que colaboraba el Parlamento, ya que en esos tiempos los sueldos, coberturas y prestaciones sociales dependían de cada Estado miembro y de sus normas nacionales.
La SICAV que gestiona estos fondos se creó en Luxemburgo, ya que este país es la sede de la Secretaría general del Parlamento europeo y desde allí se gestionan los fondos financieros de la institución.
El Parlamento europeo colaboró con la SICAV hasta la entrada en vigor del nuevo estatuto del eurodiputado en 2009, por el que los salarios y prestaciones sociales pasaron a depender de las instituciones europeas.
