Economía.- AENA realizará pruebas de vuelo en el aeródromo asturiano para elevar el sistema de aterrizaje con niebla

Actualizado: miércoles, 27 mayo 2009 18:57

OVIEDO, 27 May. (EUROPA PRESS) -

El ente de gestión aeroportuaria AENA ha planteado a las compañías aéreas que operan en el aeropuerto de Asturias varias propuestas con el objetivo de elevar a la máxima categoría el sistema que permite aterrizar en la terminal de Santiago del Monte con niebla. Esto permitiría mejorar sensiblemente la operatividad del aeropuerto asturiano.

AENA rebajó en marzo de 2007 de la categoría III a la II el sistema debido a la orografía de la pista que provocaba oscilaciones en los aviones a la hora de tomar tierra con visibilidad muy reducida.

Desde entonces, el gestor aeroportuario ha mantenido contactos con los distintos agentes implicados en el proceso como las aerolíneas, la dirección general de Aviación Civil o el Colegio de Pilotos para tratar de buscar una solución. Según confirmaron a Europa Press fuentes de AENA, el pasado enero se planteó a las compañías varias propuestas con el fin de poder activar en breve de nuevo la categoría III.

"Se van a realizar una serie de pruebas en vuelo para ver cómo funcionan las medidas propuestas cuyo objetivo es mitigar las oscilaciones en los equipos de las aeronaves y así poder activar la categoría III", indicó un portavoz de AENA a Europa Press. No obstante, declinó precisar las propuestas que se han planteado a las aerolíneas.

Sin embargo, el jefe de la Torre de Control del aeropuerto de Asturias, Arturo Arias, explicó ayer con motivo de la presentación del XXI Congreso Nacional de Controladores Aéreos que la decisión de que el Aeropuerto recupere la categoría III es "de Madrid" ya que aseguró que los problemas técnicos están "plenamente solventados".

ANTECEDENTES

El aeropuerto de Asturias cuenta desde el año 2003 con un sistema ILS de aproximación a pista categoría II/III igual al que existe en los grandes aeropuertos nacionales como es el del Prat Barajas. AENA invirtió en este dispositivo, cuyo principal objetivo era mejorar la operatividad aérea en condiciones de niebla, cuatro millones de euros.

Las condiciones orográficas, al estar situado el final de la pista en una vaguada, impidieron que el sistema fuera plenamente operativo al ofrecer el radioaltímetro información contradictoria a los aviones que hacía que los pilotos se viesen obligados a abordar el aterrizaje en determinadas condiciones. Ante esta situación, las principales compañías aéreas se negaron a operar en categoría III.

A raíz de estos problemas, AENA decidió rebajar la categoría del ILS y cambiar los procedimientos de aterrizaje en mayo de 2007.

El cambio en el procedimiento afectó a un tramo dentro de la maniobra de aproximación, en concreto, el momento en el que el piloto tiene que decidir si continúa con el aterrizaje y que es conocido como "altura de decisión".

Las modificaciones implicaron disminuir en 30 metros la altura de decisión para la categoría II ya que al bajar estos mínimos se podían realizar operaciones que hasta entonces no eran posibles debido al techo de nubes.

Previamente, en el mes de noviembre de 2006, AENA había puesto en funcionamiento una nueva radiobaliza para facilitar información adicional a los pilotos durante la maniobra de aproximación al Aeropuerto de Asturias en categoría II/III.

Para llevar a cabo este cambio de procedimiento fue necesario realizar un estudio topográfico de la zona para poder calcular los mínimos establecidos en la maniobra de aproximación mediante el Método de Riesgo de Colisión (CRM) utilizado en aeropuertos de orografía compleja como es el caso de Asturias.