MOTRIL (GRANADA), 17 (EUROPA PRESS)
La Cofradía de Pescadores de Motril (Granada) ha cifrado entre un 20 y 25 por ciento la caída de la facturación en la primera semana de cierre de la restauración y hostelería en Granada en el marco de las restricciones aplicadas por la Junta de Andalucía para frenar la expansión del coronavirus.
La lonja pesquera de Motril está notando en gran medida la repercusión de esta medida, en tanto que la mayor parte de los beneficios del sector vienen de la mano de la restauración de la provincia y con el cierre de los restaurantes hay numerosas especies cuyos precios se han "venido bastante abajo". Es el caso de las cigalas, gambas, quisquillas o chopitos, según ha detallado a Europa Press el patrón mayor de la cofradía, Ignacio López Cabrera.
Todo lo capturado se vende y, con la bajada del gasoil que se ha producido, el sector "no está en pérdidas", pero los pescadores de Motril, que trabajan para un mercado absolutamente local, están preocupados con que las restricciones puedan prolongarse y por cómo va a afectar a la campaña de Navidad.
La crisis económica derivada de la pandemia también ha dejado notar un descenso, pero mucho menor, de la facturación procedente de los pescados que más se consumen en las casas, que siguen "aguantando" su precio, como es el caso del rape, la pescadilla o la merluza. Aunque las especies más caras sí están dejando de formar parte de la cesta de compra.
La flota pesquera de Motril está integrada por doce barcos de arrastre, tres de cerco, 16 de artes menores y dos de pesca de quisquilla. Estos últimos vienen de estar dos meses parados con el consiguiente descanso para los caladeros, pero ahora retoman su actividad con las vistas puestas en la Navidad y, al igual que el resto de la flota, confiando en que se relajen las restricciones en la hostelería lo antes posible.