Publicado 05/07/2021 14:00

Las toxiinfecciones alimentarias se reducen en Andalucía casi un 60% durante 2020 debido al impacto de la pandemia

Archivo - Una tortilla de patatas lista para servir en un bar, en Madrid (España) a 24 de febrero de 2020
Archivo - Una tortilla de patatas lista para servir en un bar, en Madrid (España) a 24 de febrero de 2020 - JESÚS HELLÍN / EUROPA PRESS / - Archivo

SEVILLA, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía (SVEA) de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica ha indicado en su último boletín dedicado a las enfermedades transmitidas por alimentos que las toxiinfecciones alimentarias se redujeron casi al 60% durante el 2020, de forma que "se ha demostrado de manera muy clara y directa la influencia de la pandemia por el Covid-19 en la evaluación anual de los datos".

Con motivo del estudio de la vigilancia epidemiológica de las toxiinfecciones alimentarias efectuado con los datos declarados en 2020, la Junta de Andalucía ha señalado en un comunicado que se ha observado "un claro descenso" cerca del 60% en 2020. Comparando el periodo bianual 2019-2020, se ha constatado un número de brotes en cada año de 248 y 101 respectivamente, es decir 147 casos menos.

Como consecuencia del descenso en declaración de brotes, la Junta ha asegurado que "todas las variables de estudios han sufrido cambios significativos respecto a la evaluación del 2019" y ha apuntado que al número de afectados en 2020, que ha sido de 829 frente a los 3585 que lo fueron en 2019. Del total de afectados fue necesaria su hospitalización en 26 personas, la mayoría de la provincia de Sevilla.

En cuanto al ámbito de localización, el público alimentario continúa siendo el mayor afectado el público alimentario con el 65% de los brotes seguidos del ámbito familiar con 23% y el ámbito colectivo 8%, una distribución muy similar a lo ocurrido en años anteriores.

El patrón estacional de los brotes durante 2020 ha seguido un patrón "poco habitual", con algunas variaciones significativas respecto a otros años. Una disminución importante en los meses de abril y mayo, y el mayor número de brotes acontecieron en los meses de junio a agosto.

A diferencia de otros años en los que ha existido una tendencia al alza hasta octubre, en 2020 se ha apreciado una disminución que ha sufrido una subida "notoria" en diciembre, coincidiendo "probablemente con la flexibilización de las medidas anticovid", ha apuntado la Junta.

Por otro lado, los datos sobre el lugar de preparación del alimento vehículo señalan una mayor incidencia en domicilios particulares y restaurantes donde se han registrado 22 brotes, seguidos de bares, cafeterías y pequeños establecimientos alimentarios con 20, así como pequeños comercios minoristas (pescaderías o carnicerías, entre otras) con 17.

A este respecto, la Junta ha advertido que la salmonelosis continúa siendo el agente causal más frecuente en los brotes, seguido de Norovirus como agente patógeno causante de gran parte de ellos.

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas las toxiinfecciones alimentarias se multiplican. "No respetar las temperaturas de conservación de los alimentos hace que pueda aumentar el riesgo de proliferación de bacterias patógenas", ha añadido.

Por tanto, la Junta ha alertado de la "necesidad" de vigilar estas enfermedades e "insistir en instaurar medidas preventivas para poder evitar dichos brotes".

ALIMENTOS CAUSANTES DE TOXIINFECCIONES

Entre los casos confirmados y no confirmados ha destacado la presencia de alimentos como los huevos, los elaborados con ovoproductos y las tortillas, así como los pescados, mariscos y moluscos bivalvos. Le siguen las carnes y productos cárnicos y, finalmente, las salsas. A diferencia de otros años, las tartas y pasteles han disminuido "probablemente motivado por la disminución de eventos donde frecuentemente se sirven estos alimentos".

El estudio ha constatado los factores de aparición de estos brotes, entre los que se encuentra la mala conservación de alimentos, la preparación con excesiva antelación de comida, mala limpieza de utensilios de cocina, contaminación cruzada en la cocina, refrigeración insuficiente de los ingredientes o manipuladores portadores de infección.

Los profesionales de la red de vigilancia del SVEA señalan que, durante las investigaciones, se estudian las posibles fuentes causales junto al ámbito de ocurrencia, así como los contactos que conllevan medidas de inspección locales, seguidas de otras medidas de control y tratamiento de manipuladores o la inmovilización de productos de riesgo por parte de profesionales de protección de la salud y de forma coordinada.

Los profesionales del SVEA han apuntado que, por regla general, "todos los brotes declarados han sido intervenidos en menos de 48 horas desde el inicio del problema".

Por tanto, las toxiinfecciones alimentarias tienen un fuerte componente estacional, debido a la elevación de las temperaturas que permiten la proliferación microbiana y el mayor consumo realizado fuera de nuestros hogares y frecuentando los establecimientos públicos.

Por ello, la Junta ha concluido que "es muy importante tener en cuenta medidas preventivas que puedan minimizar un incremento de toxiinfecciones alimentarias durante los meses de verano, que van desde preparar las comidas con la mínima antelación, refrigerarlas lo antes posible, mantener limpias las superficies, no mezclar alimentos crudos con cocinados o la cocción completa de alimentos elaborados con huevos, por ejemplo, tortillas bien cuajadas".

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