LIMA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
El sector del campo peruano salió ayer a las calles y bloqueó varias carreteras para protestar contra la polémica Ley del Agua que trata de aprobar el Congreso, ya que consideran que esta norma supeditaría el suministro a intereses privados.
Rocas, troncos o camiones sirvieron a los manifestantes para interrumpir el tráfico en las carreteras e incluso el servicio de trenes a Machu Picchu, el enclave turístico más conocido del país latinoamericano. Reclaman que el Congreso no siga adelante con la Ley de Aguas aprobada el año pasado mediante un decreto, porque los pequeños productores creen que reducirá su acceso al agua en favor de las grandes compañías y, en último término, supondría la privatización de las agencias públicas.
El presidente de la Junta Nacional de Usuarios de los Distritos de Riego del Perú (JNUDRP), Enrique Málaga, lamentó que los pequeños productores siempre sean los grandes "olvidados por parte del Estado". Sin embargo, el Gobierno niega las críticas de los campesinos y, en boca del primer ministro, Yehude Simón, insistió en que es "absolutamente incierto" que se trate de privatizar el suministro. En cambio, sostiene que la normativa pretende asegurar a largo plazo la llegada de agua a todos los lugares de Perú.
Lejos de interrumpirse, el paro nacional iniciado ayer seguirá en pie hasta nuevo aviso, especialmente después de que el Congreso aprobase en pleno, por 76 votos a favor, ninguno en contra y ocho abstenciones, el proyecto de la Ley del Agua. No obstante, aún resta una segunda votación para su aprobación definitiva, según informaciones de los medios locales recogidas por Europa Press.