MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
La secta islamista Boko Haram y las fuerzas gubernamentales nigerianas han podido cometer crímenes contra la Humanidad durante los tres años del conflicto, un periodo en el cual han muerto al menos 2.800 personas, según ha afirmado este jueves la organización Human Rights Watch (HRW).
Un nuevo informe de HRW documenta los múltiples casos de abusos cometidos por los islamistas, incluidos brutales asesinatos de cristianos civiles y de clérigos musulmanes que los habían criticado. Algunas de estas ofensivas fueron "actos deliberados que conducen a la 'limpieza' de la población basada en la religión o en la etnia", según el informe.
Miembros de la secta islamista ha dicho que está luchando para crear un estado islámico en el país y sus combatientes han matado a centenares de personas en atentados perpetrados con explosivos y artillería desde que empezaron los enfrentamientos en 2009. Boko Haram se ha convertido en la principal amenaza en África.
Por el momento, no ha habido reacciones de Boko Haram. Asimismo, el informe también acusa a la Fuerza de Tarea Conjunta (JTF) del Ejército y la Policía de "abusos físicos, detenciones secretas, extorsión, incendios de casas, robo de dinero durante registros y ejecuciones extrajudiciales de sospechosos".
"A pesar de las denuncias de abusos generalizados cometidos por las fuerzas de seguridad, las autoridades nigerianas rara vez han rendido cuentas a nadie (...), consolidando aún más la cultura de impunidad" por actos violentos que existe en el país, ha añadido.
El portavoz de la JTF en Borno, Sagir Musa, reiteró este miércoles que no hay evidencias que demuestren tales abusos. "No hay ningún caso registrado de ejecuciones extrajudiciales, torturas, incendios provocados o detenciones arbitrarias cometidos por la JTF en el estado de Borno", donde ocurre la mayor parte de la violencia, afirmó. "Es importante señalar que los terroristas murieron durante los enfrentamientos con miembros de las JTF", no ejecutados, añadió.
El informe ha aparecido en un momento en las JTF tratan de defenderse de quienes las acusan de ser las responsables de la muerte de al menos 30 personas, que fueron asesinadas a tiros el pasado lunes como venganza por un atentado con coche bomba perpetrado el pasado 1 de octubre contra un puesto de avanzada militar en la ciudad de Maiduguri, la capital de Borno.
El Tribunal Penal Internacional (TPI) puede acusar a aquellas personas supuestamente responsables de crímenes contra la Humanidad. Según el Derecho Internacional, se trata de crímenes graves que se cometen de forma "sistemática y generalizada".