La ONU pide a los países que no se basen en criterios políticos para decidir si donan alimentos a Corea del Norte

Europa Press Sociedad
Actualizado: lunes, 24 octubre 2011 17:57

SEÚL, 24 Oct. (Reuters/EP) -

La secretaria general adjunta de la ONU para los Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, ha instado este lunes a los países asiáticos a no basarse en criterios políticos a la hora de decidir si envían comida a Corea del Norte, que sufre una crisis alimentaria.

El problema de escasez crónica de alimentos en Corea del Norte se ha agravado desde finales de 2008 a causa de un cambio de política por parte de los gobiernos de Corea del Sur y Estados Unidos, que suspendieron el envío de comida porque Pyongyang continuaba con su programa nuclear y por las dificultades para supervisar la distribución de la ayuda.

Además, parece que China ha reducido considerablemente la cantidad de alimentos que proporciona a su aliado, según se lee en un informe publicado el pasado mes de junio por el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos.

Amos, que viajó a Corea del Norte la semana pasada para evaluar la situación, ha declarado a los medios de comunicación en Seúl que el principio fundamental que debería regir las decisiones relativas a la ayuda humanitaria es que no se debe politizar. "No se puede juzgar a la gente en función del ambiente político en el que vive", ha subrayado.

En este contexto, ha dicho que la crisis alimentaria no debería mezclarse con las conversaciones que mantienen Estados Unidos y Corea del Norte en Ginebra para reanudar las conversaciones sobre el programa nuclear de Pyongyang.

"Nos satisface y nos encanta que las conversaciones continúen (...), pero no me gustaría que hablasen de la ayuda humanitaria para Corea del Norte" porque "no sería apropiado", ha indicado.

FALTA UN MILLÓN DE TONELADAS DE ALIMENTOS

Según Amos, en los últimos años el país asiático ha necesitado 5,3 millones de toneladas de alimentos pero le ha faltado cerca de un millón para alcanzar esa cantidad. La ONU calcula que más de seis millones de norcoreanos necesitan ayuda alimentaria urgentemente. Sin embargo, hasta ahora solo se ha aportado el 30 por ciento de los fondos que pidió la última vez el Programa Mundial de Alimentos para el país.

Gran parte de ese millón de toneladas de alimentos que les ha faltado a los norcoreanos es el resultado de la decisión de Corea del Sur y Estados Unidos de suspender su asistencia. El informe del Congreso estadounidense muestra que más del 80 por ciento de la ayuda alimentaria recibida por Corea del Norte entre 1985 y 2009 la habían proporcionado Estados Unidos, Corea del Sur, China y Japón.

La coordinadora de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas ha destacado que durante su viaje comprobó que "allí donde llega (la ayuda), marca una diferencia importante". Rusia y la Unión Europea son ahora los principales donantes.

Además, Amos ha indicado que las autoridades norcoreanas parecen estar cumpliendo ciertas condiciones al permitir que, a través de interlocutores internacionales y de inspecciones al azar, se garantice que la ayuda llega a los necesitados.

MALNUTRICIÓN

El déficit de alimentos no ha aumentado este año --la cosecha ha sido igual o algo mejor que la del año pasado-- pese al aumento del precio de las materias primas y a las inundaciones y los tifones del pasado verano.

Aun así, la crisis se está agravando, como ponen de manifiesto los índices de malnutrición. "En el norte, casi uno de cada dos niños sufre malnutrición crónica", ha precisado. "Una enfermera (...) me dijo que el número de niños malnutridos que recibe su hospital se ha incrementado un 50 por ciento desde el año pasado", ha declarado.

Corea del Norte sufrió una gravísima hambruna en los años 90 que acabó con la vida de, aproximadamente, un millón de personas. Sus problemas de escasez de alimentos se deben a una mala política agrícola, una serie de desastres naturales y las sanciones que le ha impuesto la comunidad internacional como respuesta a sus programas nuclear y de misiles.

El autoritario régimen norcoreano ha sido acusado de usar la comida que recibe como ayuda de la comunidad internacional para alimentar a su Ejército, formado por más de un millón de militares, o de acumularla por si le imponen más sanciones.

Pero Amos dijo la semana pasada que ella no vio pruebas de que acumulasen los alimentos: "No puedo asegurar que no haya habido desvíos, pero no he observado pruebas de ello y sé que se está haciendo todo lo posible para garantizar que eso no ocurre".

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