Actualizado 27/11/2007 18:23

Oxfam denuncia que los laboratorios sólo adaptan al Sur el precio de los medicamentos cuando hay publicidad de por medio

Más del 85% de los pacientes están privados de acceso a tratamiento mientras la industria lucha por mantener la propiedad intelectual


MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

Oxfam Internacional (Intermon Oxfam España) denunció hoy que es "práctica habitual de los laboratorios adaptar los precios de los medicamentos en los países pobres sólo cuando existe publicidad sobre una enfermedad o un país" ya que "en general, esos medicamentos tienen precios aún muy por encima de las posibilidades de las personas en los países en desarrollo".

En un informe titulado 'Invertir en la vida. Cómo lograr el acceso a medicamentos esenciales a través de prácticas empresariales responsables', la organización humanitaria recoge las conclusiones de su investigación sobre doce grandes compañías farmacéuticas: Abbott, AstraZeneca, Bristol-Myers Squibb, GlaxoSmithKline, Eli Lilly, Johnson & Johnson, Merck, Novartis, Pfizer, Roche, Sanofi-Aventis y Wyeth.

El trabajo concluye que "la industria farmacéutica socava su futuro mientras impide el acceso de millones de personas a medicamentos básicos" y sostiene que los laboratorios se equivocan si siguen apostando por un modelo de negocio por el que el 15% de la población en los países ricos consume el 90% de los medicamentos que se producen.

Según la organización, "la industria farmacéutica no garantiza el acceso universal a medicamentos porque se niega aún a poner este tema en el núcleo de su modelo de negocio" y, como resultado, "está desestimando el enorme potencial que presentan los mercados emergentes, bautizados como 'nueva frontera', para el éxito de su actividad" y ha desencadenado "la desconfianza de los inversores" por la que han perdido "cerca de un billón de dólares".

En palabras de la directora de Intermón, Ariane Arpa, "más del 85% de los pacientes en todo el mundo están privados de acceso a los medicamentos que necesitan o están atendidos por debajo de sus necesidades". Por eso, "los laboratorios deben reconocer que cobrar precios altos, aplastar la competencia de los genéricos, desarrollar medicinas sólo para los ricos (...) y luchar por endurecer las leyes de patentes es una estrategia de negocio ineficaz para los nuevos mercados además de una atrocidad moral".

CUESTIÓN DE "PUBLICIDAD"

Aunque el informe reconoce que algunas compañías ofrecen diversidad de precios en sus medicamentos, afirma que "estas ofertas no se aplican de forma sistemática en todo el mundo" y son "muy limitadas a enfermedades como el Sida" o a enfermedades y países sobre las que existe "publicidad".

Como ejemplo de esta conducta, Oxfam señala el antirretroviral 'Kaletra' que los Laboratorios Abbot vendían a 2.200 dólares por paciente y año en países de renta media-baja como Guatemala, dónde el salario promedio anual es de 2.400 dólares. "El laboratorio sólo redujo el precio del medicamento después de que Tailandia decidiera bajar su coste a 1.000 dólares por paciente y año para salvaguardar la salud de su población más pobre mediante la emisión de una licencia obligatoria".

"También en Tailandia, el gigante francés Sanofi-Aventis comercializaba Palvix, un medicamento para problemas cardiovasculares, a un precio 60 veces superior al de Emcure, la versión genérica producida en India. En marzo de 2007, el laboratorio bajó el precio del Palvix en un 70%, en respuesta a las licencias obligatorias adoptadas por el gobierno tailandés", expone la organización humanitaria.

FALTA DE INVERSIÓN Y LEY DE PROPIEDAD

Oxfam señala que "las farmacéuticas no invierten lo suficiente en investigación y desarrollo de medicamentos para las enfermedades que afectan principalmente los pobres en los países del Sur", como es el caso de la tuberculosis, que mata a dos millones de personas cada año y que se combate con el mismo tratamiento desde hace 30 años.

En cuanto a la posición de la industria sobre la propiedad intelectual de los medicamentos, la autora del estudio, Hana Viñes-Fiestas denunció que la salvaguarda de las patentes "no ha producido nuevas curas para enfermedades que afectan las personas más pobres" y, a pesar de ello, las farmacéuticas "continúan insistiendo" en que esta política "no impide el acceso de los pobres a medicamentos asequibles".

"La presión de la opinión publica se intensificará si las compañías mantienen su política de concesiones parciales y desiguales, por ejemplo en enfermedades destacadas como el VIH/SIDA y la malaria", advirtió Viñes-Fiestas.