MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El fundador de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel García, que celebra este sábado sus 50 años de sacerdocio con una Misa en la Iglesia de San Juan El Real de Oviedo, ha asegurado que pronto viajará a Japón para "estar cerca de la gente que sufre" debido a la catástrofe y que, aunque tendrá que esperar a que le permitan coger el avión --en el que asegura que ya tiene "un pie puesto"--, no dejará de ir por riesgo a la contaminación radiactiva.
En este sentido, ha explicado, en declaraciones a Europa Press, que viajará a Japón "no en ayuda humanitaria" sino para "dar esperanza" a los afectados por el terremoto y el tsunami que azotaron el país hace una semana, y para "rezar" que, a veces, según ha señalado, "es lo único que se puede hacer en estas catástrofes". "Lo que ha pasado en Japón nos duele en el corazón", ha añadido.
En cualquier caso, ha recordado que en Haití la situación sigue siendo, después de un año y dos meses del seísmo, "igual", con un millón de personas que no tienen un colchón donde dormir ni agua que beber, y ha remarcado que "ya está bien" que los jefes de Estado se reúnan en asamblea para combatir al dirigente libio, Muamar Gadafi, o para buscar soluciones frente a la catástrofe de Japón y no lo hayan hecho ante el terremoto de Haití en el que murieron 300.000 personas. A su juicio, continúa la "hipocresía" de los jefes de estado que "no han cumplido sus promesas".
Igualmente, se ha mostrado "preocupado" por los acontecimientos en el mundo árabe y ha remarcado que "no puede ser un mundo aislado" y que "hay que convivir entre todos" siendo "más tolerantes" los unos con los otros. Así, ha aprovechado para subrayar que la religión católica "no es la única verdadera" sino que también hay otras que los son, la de musulmanes, protestantes, judíos, credos que estarán presentes este sábado en la misa del padre Ángel por sus Bodas de Oro Sacerdotales.
Pese a todo, el padre Ángel ha asegurado estar "gozoso y feliz" por estos cincuenta años como sacerdote en los que se ha encontrado con gente muy buena, entre la que ha destacado a Vicente Ferrer, Teresa de Calcuta, Nelson Mandela o Gloria Fuertes, y ha agradecido a Dios haber sido "testigo especial" de "tanta solidaridad en los últimos años, como nunca hubo en la historia".
CENA SOLIDARIA EN OVIEDO
"Lo diré mañana en la cena solidaria --que se celebrará este sábado en el Hotel-Restaurante La Gruta de Oviedo para recaudar fondos para Haití--: que doy gracias a Dios por encontrar tanta gente y poder seguir afirmando que la felicidad está en querer y dejarse querer", ha adelantado, al tiempo que ha apuntado que "el mejor premio de la vida" para él es la sonrisa de un niño que ya es padre, que va, le da un beso y un abrazo y le dice que gracias a él tiene hoy una familia. Esto, según ha precisado, "no es de personas extraordinarias sino de los padres normales y corrientes".
En su labor de ayuda a los necesitados que ha desempeñado durante estos 50 años, asegura no haberse encontrado con dificultades para ofrecer su ayuda aunque sí ha destacado un enemigo: "la burocracia". En esta línea, ha recordado que es "curioso" que en el seminario le dijeran que los enemigos del hombre eran "el demonio, el mundo y la carne" cuando, a su juicio, "no lo son --de la carne nacemos y gracias al mundo estamos--" y sí lo es la burocracia, algo que aprendió en la vida.
"Estoy gozoso de vivir en un mundo en el que he encontrado más personas buenas que malas, más solidaridad, y en el que he aprendido que hay que bendecir a todos, a los buenos y a los que son menos buenos. Es un gozo saber que no se esta solo, que hay gente que te quiere", ha destacado el padre Ángel, que ha admitido que ahora encuentra el amor en poder ir a dar un beso de buenas noches a un niño que superó una enfermedad y al que después de decirle "Josué yo te quiero mucho", el pequeño le responde "Papi, yo te quiero más".
El padre Ángel nació en La Rebollada-Mieres (Asturias), el 11 de marzo de 1937. Es sacerdote diocesano desde 1961 y fundador de la Asociación Cruz de los Ángeles así como de la Asociación Mensajeros de la Paz y presidente fundador de la Asociación Edad Dorada.
Uno de sus primeros destinos, recién ordenado sacerdote, fue ocuparse de la capellanía del antiguo orfanato de Oviedo donde comenzó a trabajar para proporcionar a los niños allí internos un medio lo más parecido a un hogar normal. Así nacieron los primeros Hogares de Mensajeros de la Paz, que después se extendieron por toda España y América Latina, según ha indicado la organización.
En la actualidad, el padre Ángel atiende demandas de ayuda humanitaria urgente de países que han sufrido desastres naturales, conflictos bélicos, o atraviesan momentos de dificultad especial. Además, Mensajeros de la Paz está presente en España y en otros 47 países del mundo.