MADRID 5 May. (EUROPA PRESS) -
Varias ONG han criticado la decisión tomada por el Banco Asiático para el Desarrollo de triplicar su capital, alegando que los proyectos que han fundado han hecho más daño que bien a las comunidades que pretende ayudar, informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
El pasado 30 de abril, los accionistas del Banco acordaron incrementar el capital desde 55.000 millones hasta los 165.000 millones de dólares para poder responder a la crisis económica mundial y ayudar a los países más pobres de Asia a conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que incluyen reducir a la mitad el número de personas que vive en la pobreza en 2015.
En un nuevo informe, el Banco Asiático señala que esta crisis será más profunda que la vivida en Asia entre 1997 y 1998 y que se estima que 60 millones de personas seguirán siendo pobres este año y que esta cifra podría aumentar hasta alcanzar los 100 millones a finales de 2010.
Pero el Foro ONG sobre el Banco Asiático, una red de 250 grupos que ha estado vigilando las actividades del Banco desde 1992, denominó a este movimiento como "irresponsable y peligroso", alegando que la región ha experimentado desplazamientos forzosos y degradación medioambiental debido a los proyectos financiados por el organismo.
El Foro ONG añade que el incremento de capital fue diseñado para los clientes del sector privado y las grandes infraestructuras, y que numerosos estudios han demostrado que esta financiación no beneficia a los más pobres. "Si no lo dirigimos bien, este incremento de capital de un 200 por ciento podría traducirse en un incremento de un 200 por ciento en el daño social y medioambiental", aseguró el director ejecutivo del Foro ONG, Red Constantino.
QUINCE MILLONES DE DESPLAZADOS
De acuerdo con el Proyecto de Responsabilidad Internacional, un organismo de control mundial, de media actual hay unos 15 millones de personas en el mundo que, cada año, se ven obligadas a abandonar sus hogares, comunidades y tierras por proyectos como minas, plantas hidroeléctricas, infraestructuras o plantaciones.
En Nepal, más de 20.000 personas tendrán que abandonar sus hogares por el proyecto hidroeléctrico de Seti, con fondos de este Banco, según Ratan Bandari, cuya familia estará entre aquellos que serán recolocados si el proyecto avanza. "No nos han dado ninguna información del proyecto", lamentó Bandari. "No hay inversión interna en el mismo, hay muchos problemas, no hay información y no han consultado con los residentes", detalló.
Kuroda aseveró que el Banco ha hecho lo mejor para hacer que sus proyectos sean sostenibles. "Tenemos mecanismos apropiados de responsabilidad a través de los cuales pueda resolverse cualquier tipo de queja", afirmó. "El Banco ha aprendido de experiencias anteriores y hemos avanzado, y debo decir que la mayor parte de nuestros proyectos de infraestructuras mejora el medioambiente", señaló.
Stephanie Fried, miembro del Fondo de Defensa Medioambiental, señaló que este problema que ahora se da en Nepal no es único, y que ya se han registrado cuestiones parecidas en las comunidades afectadas por los proyectos financiados por este organismo en la región de Asia y Pacífico.
"De forma global, es una oportunidad real para volver a pensar la economía del desarrollo. ¿Utilizará el Banco Asiático su incremento de capital de manera responsable o seguirá, como siempre, a costa de los residentes locales y del medioambiente?", se preguntó Fried.