Actualizado 15/11/2007 14:45

La FAO propone pagar incentivos a los campesinos a cambio de prácticas agrícolas más ecológicas

La organización alerta de los riesgos por la degradación ambiental y el reto del aumento de la población mundial a 9.000 millones en 2050


ROMA, 15 Nov. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) propuso hoy pagar "incentivos" a los campesinos de todo el mundo a cambio de sus "servicios medioambientales, con los que ayuden a proteger el ecosistema y en particular, a afrontar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la falta de agua.

Ésta es la principal conclusión del informe anual 'El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2007', que fue presentado hoy en Roma en la sede central de la FAO, con la participación del director general de esta organización, Jacques Diouf; el director general de Economía del Desarrollo Agrícola, Prabhu Pingali; el jefe del Servicio de Desarrollo Agrícola Comparado, Keith Wiebe; y la economista del medio ambiente Leslie Lipper.

Según este estudio, una de las razones principales de la degradación medioambiental es la percepción de que la mayoría de los servicios que nos presta la naturaleza son gratuitos. No son propiedad de nadie y no hay que pagar a nadie por ellos, y los campesinos reciben escasos alicientes para protegerlos.

Además, los precios actuales tienden a favorecer la producción de alimentos, fibra y biocombustibles, pero, al mismo tiempo, infravaloran otros servicios positivos que ofrecen los agricultores, como el almacenamiento de carbono, el control de las inundaciones, el suministro de agua potable o la conservación de la biodiversidad, destaca

Por este motivo, los autores consideran que una mayor incentivación de este segundo tipo de servicios contribuiría a reducir los desequilibrios que sufre actualmente el ecosistema, promoviendo prácticas agrícolas "más adecuadas" para compensar la contaminación que generan otros sectores.

En concreto, la FAO subraya que un mejor uso de la agricultura contribuiría a mitigar los devastadores efectos del cambio climático, reteniendo y almacenando los gases que producen el efecto invernadero.

REDUCIR 2.000 MILLONES DE TONELADAS DE CO2

"La menor deforestación, la plantación de árboles, la reducción del laboreo, el incremento de la cubierta vegetal y la correcta gestión de los pastizales pueden, por ejemplo, llevar al almacenamiento de más de 2.000 millones de toneladas de carbono en unos 50 países entre 2003 y 2012", detalla el informe.

Según explica Diouf en el prólogo del documento, no hay que olvidar que la "la agricultura emplea a más personas y consume más tierra y agua que cualquier otra actividad humana", añadiendo que ésta tiene al mismo tiempo "el potencial de degradar las tierras, el agua, la atmósfera y los recursos biológicos del planeta, o de mejorarlos".

Así, gran parte de la solución depende de "las decisiones que tomen los más de 2.000 millones de personas cuyos medios de vida dependen directamente de los cultivos, la ganadería, la pesca o los bosques", por lo que es "esencial" que estas personas cuenten con los "incentivos adecuados" para que opten por las prácticas más favorables a la protección del ecosistema.

POBLACIÓN MUNDIAL: 9.000 MILLONES EN 2050

El informe también sostiene que los subsidios que fomentan la producción de productos comerciales a expensas de otros servicios medioambientales pueden agravar todavía más la degradación ambiental, contando además con el reto que deberá afrontar la agricultura en el futuro, con el aumento de la población mundial de 6.000 a 9.000 millones de personas previsto para 2050.

Con todo, se trata de un cambio de enfoque, ya que estos pagos responderían a "servicios reales que ofrecen los campesinos, al igual que se les paga por el café o el arroz que producen", explicó la especialista Lipper.

En un terreno más concreto, el informe detalla que los pagos podrían realizarse a través de una gran variedad de formas, ya que se trata de transacciones voluntarias que atañen a los campesinos, comunidades locales, así como a los ciudadanos que pagan impuestos, a los consumidores, a las empresas y, en definitiva, a los gobiernos.

Esto significa que podrían realizarse con pagos directos por parte de los gobiernos a los productores, o indirectos, como la cantidad extra que pagan los consumidores por determinados productos considerados más sostenibles, como es el caso del café cultivado a la sombra.

Sin embargo, aunque hoy en día existen cientos de programas de pago por servicios ambientales, en su mayor parte iniciativas para conservar los bosques, todavía hay pocos programas de pago por estos servicios están dirigidos a los campesinos y tierras agrícolas de los países en desarrollo", señala el documento.

"Si se proyectan de forma adecuada, los programas de pago por servicios ambientales pueden beneficiar igualmente a muchos de los más de mil millones de pobres en los países en desarrollo y que viven en ecosistemas frágiles", aseguró Lipper.

EFECTOS ADVERSOS

Aun con todo, "en algunos casos, los pagos pueden tener también efectos adversos en la pobreza y la seguridad alimentaria, ya sea a través de una reducción del empleo agrícola como en la subida de los precios de los alimentos", advirtió Diouf.

Otra de las dificultades a las que se debe hacer frente es a la "falta de información" entre los mismos agricultores, sobre todo en las zonas menos desarrolladas, por lo que la destinación de estos fondos debería ir acompañada de una mayor concienciación de los campesinos, consideró Pingali.