Publicado 08/07/2023 12:02

Áurea Arcos, misionera salesiana en Chad: "Allí no me atrevo a hablar de tres comidas al día"

La misionera salesiana de las Hijas de María Auxiliadora, Áurea Arcos, junto a varias alumnas de 1 de ESO en Chad, celebrando el Día de la Mujer.
La misionera salesiana de las Hijas de María Auxiliadora, Áurea Arcos, junto a varias alumnas de 1 de ESO en Chad, celebrando el Día de la Mujer. - ÁUREA ARCOS

   MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Áurea Arcos Risco es extremeña, tiene 70 años y es misionera salesiana de las Hijas de María Auxiliadora. Lleva diez como misionera en África, aunque a ella le hubiera gustado ir a la misión mucho antes.

   "A los 60 años dije que el tiempo que me quedaba de vida quería realizar mi sueño", explica esta misionera, en una entrevista con Europa Press, con motivo de una visita a España para ver a su familia y explicar los proyectos que tienen en marcha en el Chad.

   Según señala, siempre supo que el matrimonio no era para ella. Estudió secretariado y empezó a trabajar en una oficina. Se independizó y empezó a ayudar en una parroquia, donde empleaba su sueldo en paliar las necesidades de personas vulnerables. Fue en este contexto en el que empezó a acercarse a la Iglesia, a través de "las necesidades del barrio, de los niños".

   Desde que entró en la congregación y profesó en 1980, Áurea Arcos ha dedicado toda su vida a la educación, primero en el colegio de las salesianas de Majadahonda, y ahora, en el desarrollo de un proyecto para crear un complejo educativo en Chad.

   "Un complejo de todas las etapas educativas, de Formación Profesional, porque allí se cultivan cacahuetes, anacardos, pero no saben aprovecharlo, que les aporte unos recursos económicos. Entonces, nuestra escuela profesional la hemos pensado para esos perfiles, que puedan utilizar su materia prima para su desarrollo", explica.

   Antes de Chad, esta misionera estuvo en Guinea y en Camerún, y cuenta que cuando llegó a su primer destino, pensó que llegaba a "otro mundo". Si bien, cuando se trasladó a Camerún y, más tarde, a Chad, cada vez más al interior de África, se encontró realidades cada vez "más extremas".

UNA REALIDAD PEOR QUE LA SE VE EN DOCUMENTALES

   Sobre Chad, subraya que es un país "sumamente pobre". "Si uno no vive allí y no vive aquella realidad, no se lo imagina. Puedes ver documentales en la televisión, pero a veces te parecen que son historias, pero no son historias. Allí hay mucha hambre, yo no me atrevo a hablar allí de tres comidas al día, que desayuno, como y ceno, porque es una injusticia cuando allí hay días que no se come", indica.

   Además, añade que en Chad, "las mujeres y los niños no cuentan nada" y que los más pequeños, incluso los de cinco años, tienen que cuidar a sus hermanos menores y tienen que trabajar, yendo con la cabra a buscar agua o leña para cocinar.

   Asimismo, muchos niños están sin escolarizar. Por ello, Áurea Arcos ha llegado al país junto a otra salesiana congoleña, "sor Claire", para "ir dejando semillas que ayuden". "Hemos llegado allí sin nada, vivimos en una casa que nos ha dejado el cura de la parroquia", relata.

   A pesar de todas las necesidades que hay en el país, la religiosa salesiana asegura que allí no oye quejas, que la gente "deposita su confianza en Dios". "Cuando se dice que será África la que va a evangelizar a España, es verdad", afirma.

   En cuanto a las ayudas que les llegan, esta misionera pide "más fondos" para la cooperación y que estos "cumplan su objetivo". Además, advierte de que "los donativos han disminuido" porque las generaciones más mayores que son las que hacían su aportación han fallecido y van dando paso a otras generaciones en España, y en Europa en general, con una mentalidad "un poco hedonista".

   Sobre las muertes de migrantes en el mar, la religiosa considera que "si la cooperación fuera bien gestionada, a lo mejor mucha gente no tendría que salir de su tierra" y lamenta que "nadie vaya a bajar a buscar al fondo" a los migrantes desaparecidos de una patera, mientras que para buscar a los pasajeros del submarino Titán se emplearon "barcos, submarinos y robots".

   Preguntada por si volvería a España, Áurea Arcos no duda al afirmar que no echa de menos España y que no se plantea regresar. "Yo ya tengo dicho a mi familia que donde yo me muera, allí que me entierren. Si Dios tiene en sus planes que yo muera en el Chad, yo seré enterrada en el Chad", zanja.

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