Ayuda de Cáritas en Armenia. - CÁRITAS ARMENIA
MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Cáritas Española ha activado junto a la Oficina de Acción Humanitaria de la Agencia Española de Cooperación (AECID) el convenio de emergencia humanitaria ante el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán en torno a la región de Nagorno Karabaj, y movilizarán más de 172.000 euros.
La intervención se centrará en la protección y apoyo económico a través de la entrega de dinero en efectivo a las familias desplazadas por el conflicto de Nagorno Karabaj en las provincias armenias de Syunik y Vayots Dzor.
La AECID aportará un total de 145.952,40 euros de los 172.283,46 euros del presupuesto total de la intervención. El resto será cofinanciado por Cáritas Española.
La iniciativa, cuyo plazo de ejecución será de seis meses, contribuirá a satisfacer las necesidades básicas, de protección, resiliencia y prevención ante emergencias de 3.658 hogares en las dos comunidades, unas 14.915 personas en total.
La intervención será posible mediante la participación de Cáritas Armenia, que entregará dinero en efectivo a 400 familias vulnerables o en situación de emergencia (salud, discapacidad u otras situaciones complejas).
"Trabajamos en comunidades cercanas a la frontera, que han sufrido muchos daños, comunidades con alta presencia de desplazados, y que tienen un elevado nivel de necesidades sociales sin cubrir", ha comentado Carmen Gómez de Barreda, del equipo de Cooperación Internacional de Cáritas Española.
En el marco de este programa de acción humanitaria, las familias con necesidades urgentes se valorarán según criterios de nivel de ingresos, situación de desplazados en la familia, miembros con diversidad funcional, condiciones de alojamiento, número de personas viviendo bajo el mismo techo, tamaño familiar y nivel de necesidades básicas cubiertas (comida, agua, enseres domésticos e higiene).
Según recuerda Cáritas, desde diciembre de 2022 existe un bloqueo en el corredor de Lachin, la única carretera que conecta la región de Nagorno-Karabaj con Armenia, y mantiene aislado a 120.000 civiles, que dependen de esta comunicación para satisfacer sus necesidades básicas. Más de 1.000 adultos y casi 300 menores que han salido de Nagorno-Karabaj, no pueden volver, y se calcula que unos 30.000 menores, 20.000 mayores y 9.000 personas con diversidad funcional están en riesgo de hambruna.