Andrés Pérez Ortega, autor del libro 'Expertología': "Los recursos humanos nos hemos convertido en humanos con recursos"

Andrés Pérez Ortega, autor del libro Expertología
CVA
Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 9 marzo 2011 11:30

Andrés Pérez Ortega acaba de publicar 'Expertología. La ciencia de convertirse en un profesional de referencia', un libro que pretende orientar a los trabajadores a ser profesionales "conocidos y reconocidos" ya que "si eres uno más, serás uno menos".

.- Este libro está basado en su experiencia personal. ¿Qué le motivó a cambiar de rumbo?.

Este libro es el resultado del aprendizaje de los últimos siete años. En 2004 tuve la enorme "suerte" de ser despedido de mi último trabajo. Tras quince años de experiencia en grandes empresas y multinacionales, un día, alguien tomó la decisión que yo debí haber tomado mucho tiempo antes y me dio el empujón (o la patada) que me impulsó a desarrollar la profesión que yo quería y no la que las circunstancias o el entorno te empujan a desempeñar.

En aquel momento decidí aplicar al trabajo de los profesionales todo lo que había aprendido en el mundo de gran consumo y de las marcas. Me propuse encontrar el modo de ayudar a las personas a diseñar su propio proyecto profesional y a destacar en el mercado laboral como realmente merecen, utilizando técnicas conocidas en la gestión de empresas.

En este momento todo va encajando. El concepto de Marca Personal ya no es algo extraño y nos encontramos en una situación en la que los profesionales deben cambiar la mentalidad de empleados por la de profesionales que venden servicios. Los recursos humanos nos hemos convertido en humanos con recursos. El tamaño no importa y cualquiera puede llegar a darse a conocer como una autoridad si maneja adecuadamente algunas herramientas, tiene algunas ideas claras y, sobre todo, si se esfuerza.

Quiénes se encuentren en una transición profesional (no me gusta hablar de parados o desempleados), deben pensar que la pérdida de un empleo o un cargo es sólo una etapa más y cada día más frecuente. Pero la vida no termina al perder un "cliente" que, al fin y al cabo, es lo que ocurre cuando trabajas para una compañía. Deben dejar de esperar que venga alguien a solucionarles la vida y empezar a pensar en su trabajo como en su producto, igual que haría una empresa.

.- El libro lleva por título 'Expertología. La ciencia de convertirse en un profesional de referencia'. ¿Cuál es el secreto para convertirse en ese profesional al que hace alusión?.

El libro explica con detalle el proceso para posicionarse como un profesional reconocido y valorado en lugar de permanecer oculto. Proporciono muchos consejos, técnicas, herramientas y métodos para dejar de ser un profesional sin marca y convertirte en una autoridad en tu empresa, tu sector o tu profesión. Pero si tuviese que condensar todas esas páginas en pocas palabras diría que la clave está en algo de puro sentido común: hay que ser bueno y también hay que parecerlo.

La dificultad de lo que propongo no es el método o el proceso. Tampoco requiere hacer inversiones económicas. Posiblemente la mayor barrera para convertirse en un Experto es algo mucho más básico. Requiere tiempo, paciencia, trabajo, coherencia, persistencia, consistencia, autenticidad, honestidad y valores y objetivos claros. El lado negativo es que eso es cada día más difícil de encontrar. Lo bueno es que como hay poca gente capaz de reunir esas cualidades, es muy fácil destacar.

.- En su libro destierra aspectos relacionados con el misticismo y aboga por un comportamiento más pragmático en el mundo laboral. El trabajador de hoy en día, ¿a qué comportamiento se acerca más?.

Creo que ha habido una tendencia absurda a dejarlo todo en manos de "otros". Y en esos otros incluyo al Gobierno, los sindicatos, las empresas o incluso algunas fuerzas "cósmicas". Y esto último no es broma. Libros de autoayuda de enorme éxito han predicado que todo está en tu mente y que si deseas algo con mucha fuerza, sucederá. Quizás por eso hay tanta afición a la lotería y los juegos de azar en España.

Evidentemente, lo anterior es absurdo. Lo que digo es que hay que fijarse objetivos y tener una motivación para alcanzarlos, pero inmediatamente después hay que elaborar un plan y ponerse en marcha. Aquí nadie regala nada. Diez años de trabajo en una empresa ya no son valorados. Profesionales con títulos y experiencia hay a montones.

Mucha gente a la que despiden piensa que es sólo cuestión de tiempo el que todo se arregle solo. Pero eso no es cierto, si no lo arreglas tú, nada va a cambiar.

Muchos profesionales de empresa creen que esto no va con ellos porque cobran su nómina todos los meses, hasta que dejan de hacerlo.

Pero ha llegado la hora de pensar de un modo mucho más consciente, responsable y activo. Si cada día se hace más evidente que posiblemente no podamos jubilarnos nunca, más vale que empecemos a diseñar una profesión que nos guste y de la que podamos vivir sin esperar que alguien nos venga a salvar. Incluidas las fuerzas místicas que son muy útiles para un Jedi pero no sirven para nada en la cola del INEM.

.- En su libro también apuesta por cambiar de mentalidad. ¿No cree que el actual momento económico ha reprimido cualquier posibilidad de cambio?.

Precisamente creo que la situación actual es idónea para cambiar, de una vez por todas, la mentalidad de empleado, de recurso humano. "Empleado" es sinónimo de usado, utilizado, manipulado. Lo que yo propongo es que, por fin, pensemos que todos tenemos algo que ofrecer, que todos vendemos algo y que eso nos hace valiosos. Los títulos, los masters o los cursos no son más que líneas en un curriculum. Lo que tenemos que hacer es descubrir en qué somos realmente buenos y empezar a darlo a conocer.

Puede haber gente que piense que lo único que quiere es mantenerse. Pero incluso permanecer en una posición profesional requiere un esfuerzo activo de desarrollo. Si pensamos como profesionales que vendemos servicios en lugar de cómo empleados que mendigan un empleo tenemos que tener un plan de acción a largo plazo para no devaluarnos.

Al posicionarte como un profesional relevante, aumenta tu valor en el mercado. Al considerarte a ti mismo como una empresa unipersonal (independientemente de que seas autónomo o con contrato indefinido o temporal), vas a poder relacionarte de una manera mucho más justa con quienes van a pagar por lo que eres capaz de hacer. Así que, quienes piensen que no haciendo olas van a estar más seguros, se equivocan. Posiblemente serán los primeros que se hundan. Es el momento de empezar a tomar el control y no de dejarse llevar. En este momento, el que no se mueve no sale en la foto. Y como dice la portada del libro, si eres uno más, serás uno menos.

.- ¿No piensa que las empresas están abusando demasiado de lo que usted denomina 'chantaje emocional del compromiso'?.

Suelo decir que si el patriotismo es el último recurso de los cobardes, el compromiso es el último recurso de los incompetentes. Desde hace décadas, en muchas empresas se han dedicado a cortar los vínculos con sus profesionales. Han convertido a los humanos en recursos. Y precisamente quienes han hecho eso, son los primeros que se rasgan las vestiduras cuando los profesionales dejan de considerar a las compañías como algo suyo. Pienso que quienes critican a los más jóvenes por no tener valores, son precisamente aquellos cuyos valores nos han llevado a la situación actual.

El compromiso no es más que un eufemismo para decir que debes trabajar más de lo que acordamos pero yo te voy a pagar lo mismo. Y además, debes sentirte mal si no lo haces así. Si me permites utilizar el título de aquella película, están llamando amor a lo que deberían llamar sexo.

Si aplicamos mi propuesta y pensamos como profesionales en lugar de como empleados, el compromiso deja de tener sentido. Se trataría de cumplir lo acordado de la forma más eficaz posible y dejar los chantajes emocionales fuera de la ecuación. Eso no significa que deshumanicemos las relaciones laborales, todo lo contrario. Pero creo que es mucho más sano, honesto y eficaz no mezclar asuntos.

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