Payasos Sin Fronteras ha puesto en marcha, otra edición más, el programa 'Correos reparte sonrisas', una iniciativa que recorre diversos hospitales de la geografía española para amenizar la estancia de los pequeños que permanecen ingresados. En esta entrevista, la coordinadora del proyecto desde la ONG, Carmen Rubio, aporta más detalles sobre esta iniciativa.
.- ¿Cómo se puso en marcha el proyecto 'Correos reparte sonrisas'?
El programa nació en 1999, cuando Correos se planteó poner en marcha una actividad de tipo solidario. La colaboración con Payasos sin Fronteras surgió porque la ONG encajaba en su idea, aunque anteriormente habíamos trabajado en países en guerra o que habían sufrido desastres naturales. Gracias a esta iniciativa, podíamos trabajar dentro del Estado español y dar a conocer el trabajo de la ONG más ampliamente.
.- ¿Ha habido variaciones en estos años?
La verdad es que las circunstancias en los hospitales han cambiado mucho porque los ingresos ahora no son de tan larga duración y el programa se ha abierto a otros colectivos. Por eso, hace unos seis años se ha ampliado a personas con discapacidad, inmigrantes y, recientemente, a centros penitenciarios y de menores.
.- ¿Cuáles son los pilares de 'Correos reparte sonrisas'?
En primer lugar, están las galas en los hospitales, que duran entre una hora u hora y media, con payasos y magos voluntarios que están disponibles; también se invita a gente de la localidad y procuramos que haya algún personaje conocido.
Por otro lado, se imparten talleres de formación, adaptándolos a los colectivos a los que se dirigen y, en tercer lugar, se realiza un intercambio epistolar entre niños de colegios y hospitalizados, para que no pierdan su contacto con la realidad.
.- ¿La participación de las empresas privadas en este tipo de iniciativas solidarias es fundamental para la viabilidad de este tipo de proyectos?
Es imprescindible y muy importante. El hecho de que tanto las empresas públicas como las privadas se desprendan de un dinero procedente de parte de sus beneficios y lo inviertan en salud mental y positivismo es muy bueno. Además, la empresa privada tiene una parcela de solidaridad que permite también que los propios trabajadores se puedan sentir parte y se vinculen al proyecto. A lo largo de estos años, la gente se está implicando más porque muchos empleados tienen hijos o conocen a menores enfermos y valoran bastante esta labor.
.- ¿Cómo son las galas que se realizan en los hospitales?
Buscamos hospitales que tengan un mínimo de niños porque la idea es intentar llegar al mayor número de ellos. También participan familiares y personal hospitalario, y se negocian aspectos como procurar que la actuación sea el día antes de la operación para que los niños vayan animados, entre otras cuestiones. Correos no se hubiera planteado un programa de estas características ni hubiera durado tanto en el tiempo si no vieran que, efectivamente, el reírse es una herramienta espléndida para recuperarse de cualquier cosa, tanto para los niños como las familias. Y para nosotros es muy satisfactorio.
.- ¿Cómo se presenta el futuro para Payasos sin Fronteras?
Este año realizaremos 40 galas en hospitales de España y dos talleres, cuyo número se ha reducido por la situación actual. Para nosotros lo importante es mantener el programa, a pesar de los vaivenes. Empezamos con 30 galas y ahora hemos llegado a las 40; además de las galas, los payasos se desplazan a las habitaciones para ver a los niños y ahora estamos llegando a nuevos colectivos.
