Las energías renovables son una solución económicamente viable para combatir el cambio climático

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 10 abril 2007 11:09

Raquel Montón es responsable de la Campaña de Cambio Climático de Greenpeace. Montón comenta algunos de los efectos del calentamiento global del planeta y el trabajo de la organización para hacer frente a la creciente degradación medio ambiental del Planeta. Greenpeace lleva más de 20 años concienciando a los ciudadanos y a los políticos de las graves consecuencias que tiene este fenómeno para el medio ambiente y apuesta por avanzar hacia un modelo energético basado en las energías renovables para poder solucionarlo.

- El día 16 de febrero se cumplían dos años de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto. ¿Qué avances se han producido en España en la reducción de gases de efecto invernadero?

El Ministerio de Medio Ambiente español respondería que se ha cambiado ligeramente la tendencia y se han implementado medidas que ayudan a cumplir el Protocolo de Kioto. Sin embargo, esas medidas deberían ser muchísimo más drásticas, ambiciosas y urgentes por las consecuencias del cambio climático, las obligaciones legales que tenemos que cumplir y por nuestras necesidades como país víctima.

- Unos días antes de esa fecha, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático reunido en la UNESCO aprobó un informe que da la voz de alarma sobre la aceleración del cambio climático: lluvias torrenciales, desertificación, subida del nivel del mar... ¿Es alarmismo o una realidad? ¿Cuáles son los principales efectos?

No es alarmismo sino realidad puesto que este informe ha sido firmado por más de 1.500 científicos de cerca de 130 países y, por lo tanto, son unos datos absolutamente fiables al estar avalados por la comunidad científica internacional. Lo que sí es cierto, sin embargo, es que los conocimientos y los pronósticos que tenemos ahora mismo de la física del clima son muy elevados, detallados y precisos, y consecuentemente hay una mayor información de la magnitud del problema del cambio climático.

Por otro lado, los efectos son muchos porque este fenómeno no actúa como un proceso lineal: al calentarse la Tierra se alteran gran cantidad de los factores físico-químicos y biológicos del planeta, por lo que pueden verse afectadas todas las especies y los ecosistemas. El deshielo de los glaciares y de los casquetes polares --con la elevación del nivel del mar como una de sus consecuencias inmediatas-- es quizás el efecto más visual, directo y que más se está acelerando debido al aumento de la temperatura.

- Los ayuntamientos se han comprometido a evaluar cada dos años sus políticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a planificar actuaciones en ciclos de entre 5 y 10 años. ¿Qué le parece esta medida? ¿Deberían ponerse en marcha otras?

Más que planificar una y otra vez y volver a suscribir un memorándum hay que implementar medidas reales y efectivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Todo lo demás será papel mojado. En el caso de Madrid, el problema actual del transporte es evidente y, por ejemplo, no se está potenciando en absoluto el transporte público en comparación con el privado, al tiempo que se derrocha en la construcción en lugar de estudiar cómo se podrían mejorar los aislamientos y las condiciones de los edificios madrileños.

En este sentido, todos los esfuerzos para luchar contra el cambio climático pueden ser bien recibidos dependiendo de cómo se conformen, actúen y qué capacidad tengan. No obstante, nunca debemos olvidar que ya sabemos cuál es la solución para este problema y que lo importante es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por eso, todos tenemos una responsabilidad diferencial y compartida en el cambio climático y, a menudo, se pasa con demasiada facilidad de las grandes responsabilidades a nivel internacional a la acción individual. Desde Greenpeace reclamamos que todo tipo de poderes intermedios --municipios, sindicatos, organizaciones empresariales, comunidades autónomas, oficinas-- hagan algo más que firmar documentos.

- En el mes de febrero, el I Encuentro sobre Energía, Municipio y Calentamiento Global celebrado en Madrid aprobó una declaración que recoge que se aplicarán políticas locales sobre la planificación y gestión de la ordenación del territorio y urbanística; de abastecimiento de energía primaria y secundaria; de transporte y movilidad urbana; y sobre la gestión de residuos. ¿Está de acuerdo con estas políticas para luchar contra el cambio climático? ¿Cree que deben desarrollarse algunas más?

Sí estoy de acuerdo, pero algunas de estas medidas son reiterativas porque el Código Técnico de la Edificación --que fue aprobado en 2006 y ha entrado en vigor este año-- es una norma que obliga a la eficiencia y a la sostenibilidad de los edificios. Es decir, está bien que los ayuntamientos se reafirmen en ello, pero deberían ser más exigentes e ir más allá de la obligación de cumplir la ley a la hora de rehabilitar los edificios.

Greenpeace realizó un estudio concretamente sobre el potencial de las energías renovables en España --que tendrá este año su segunda parte acerca de cómo podemos instalarlas en nuestro país-- y el potencial que tiene la Comunidad de Madrid podría satisfacer totalmente la demanda energética de esta región varias veces a partir del año 2050, a pesar de que es la autonomía que más energía consume en España. Por lo tanto, el potencial energético renovable es muy elevado como para estar pensando únicamente en medidas que ya han sido impulsadas.

- En el marco de todas estas medidas, ¿qué labor lleva a cabo Greenpeace para luchar contra el cambio climático?

La labor de Greenpeace ha sido de sensibilización y de concienciación durante bastante tiempo ya que hace más de 20 años que la ONG lleva advirtiendo del cambio climático. Ahora nadie pone en duda este fenómeno y el mundo no sólo está convencido de ello sino que, además, está científicamente comprobado.

En el caso de España estamos trabajando en ese tránsito hacia otro modelo energético y para ello en los próximos meses presentaremos la segunda parte del informe de renovables, referido concretamente a nuestro país, que estudia cuánto costaría y cómo se tendría que hacer ese cambio con nuestro actual sistema eléctrico. Tras este estudio, concluimos que es posible otro modelo porque las renovables y la eficiencia energética sí son una solución técnicamente posible y económicamente viable para combatir el cambio climático. Actualmente, estamos intentando hacer llegar esta conclusión a los ciudadanos y, sobre todo, a los políticos y a las compañías eléctricas porque, por muy concienciados que estemos, sin ellos no podemos conseguirlo; y si no tomamos decisiones en los pocos años que nos quedan las generaciones futuras no podrán hacer nada.

Contenido patrocinado