Felicitas Ibáñez es una cooperante que hace más de diez años decidió irse a África para ayudar a los más necesitados, con la ONG Médicos Sin Fronteras. Recientemente, ha publicado el libro 'Misión en África', donde plasma sus primeras impresiones, los retos a los que se ha enfrentado y sus vivencias más íntimas en un país en guerra.
.- ¿Qué es lo que más le impresionó cuando llegó a África? ¿Hay algo que le siga impresionando después de tanto tiempo allí?
Cuando llegué la primera vez me impresionó sentirme blanca entre tantos negros, era yo la que me sentía completamente diferente de los otros. El barullo, el ir de venir constante de la gente (y eso que yo vivo en Madrid) y las músicas que te obligan a moverte continuamente.
Aún me sigue impresionando "el saber vivir" de los africanos. Tienen muy claro (por sus circunstancias) que tenemos que vivir el hoy, que el mañana no exista y la relación que tienen con la trascendencia, Dios lo impregna todo, sus muertos viven con ellos y les acompañan, la vida y la muerte forman parte del camino.
.- ¿Cuál cree que es el principal problema al que se enfrentan los africanos?
El principal problema es la pobreza, con todas las consecuencias que esta acarrea: la guerra, el impacto en la salud, la educación etc. Indirectamente, pero siendo la causa estructural de esta pobreza, la injusticia y la falta de equidad en el mundo. Unos son pobres allí porque los otros somos ricos aquí.
Aquí nos atemorizan con la crisis, la gripe A, lo infelices que seremos no teniendo este o aquel modelo de coche... y realmente lo hacen es desviarnos la atención hacia lo superfluo, sin dejarnos ver lo que realmente es importante haciéndonos infelices.
.- ¿Qué cree que es lo que más necesitan allí?
Lo que necesitan es que se les reconozca sus derechos, pero de verdad, no de boquilla y que se les apliquen. Para poder llegar a esto, es necesario que todos los países nos pongamos de acuerdo en como generar sin dañar y repartir la riqueza que hay en el mundo.
.- ¿Cómo calificaría el trabajo que realizan las ONG en los países donde ha estado? ¿Están muy comprometidas? ¿Son muy valoradas por la gente que vive allí?
Las ONG no son ni más ni menos que sociedad civil organizada. Son personas que apuestan por el cambio social. Cada uno desde una posición diferente, unos ejecutando y yendo a los países, otros trabajando aquí como voluntarios o movilizadores sociales, otros dando dinero. Pero en el fondo, el objetivo es el mismo: creer que entre todos podemos producir un cambio. En la sociedad civil hay de todo, como en la sociedad en general, unos auténticos y otros que no lo son.
.- ¿Qué cree que tiene que pasar para que se instaure la paz en África? ¿Cómo percibe lo percibe la gente de allí?
Para que se instaure la paz en África tienen por un lado que primar el derecho de las personas a los intereses comerciales de los países ricos y los gobernantes corruptos de los países africanos, y por otro lado el reparto justo de la riqueza en el mundo.
Hay gente allí que sólo ha conocido la guerra. Como cuento en mi libro, cuando en Angola hable con el personal nacional que trabajaba con nosotros y les pregunté que era para ellos la paz, la respuesta fue: "Tener comida y medicinas". Creo que este ejemplo es muy ilustrativo de la percepción que la gente de allí tiene sobre la paz.
.- ¿Cree que la imagen generalizada de África que tiene la población se ajusta a la realidad?
Depende de las personas. Cuando un africano, hombre, mujer o niño coge una patera, es porque desea una vida mejor y en su país no la encuentra. Los doscientos euros que manda cada mes a su país alimentan a 40 personas en el otro lado. El africano es respetuoso; nunca abandonarían a sus mayores en una residencia, alegre, lleno de vida, vividor del momento presente, creyente de una trascendencia. La intolerancia es el resultado del desconocimiento y el miedo.
.- En el libro asegura que allí ser mujer es complicado, ¿usted se tuvo que enfrentar algún problema por su sexo? ¿Realmente te ponen mas obstáculos cuando eres mujer?
En el libro digo que ser mujer no es una broma y se puede morir en el intento. Y esto me sirve para las mujeres de allí y las de aquí, y creo que todos tenemos ejemplos cada día sobre lo que ocurre en nuestro país (y en muchos países del mundo) y la violencia de género. Por ello, creo que aún queda mucho trabajo para hacer todavía aquí y allí con el fin de acercar el diálogo y la comprensión entre hombres y mujeres.
En África más que problemas, lo que tuve fueron desafíos. Sin embargo, donde realmente existe una desventaja respecto a los hombres es en los contextos de guerra, ya que la violación se utiliza sistemáticamente como arma de guerra para hacer desfallecer al enemigo. Esta si que es realmente una situación terrible: miles de mujeres violadas durante los conflictos.
.-Una palabra que defina sus 14 años como cooperante.
Aprendizaje.
.- A nivel profesional no hay duda de que esta experiencia le ha aportado mucho, pero a nivel personal ¿que le ha supuesto esta "aventura"?
Yo diría que me ha aportado incluso más a nivel personal que profesional. Haber estado en África me ayuda a recolocarme en mi vida. Priorizar lo que realmente es importante. Sentirme universal y ciudadana del mundo, comprender que todo lo que hago impacta en los otros y lo que los otros hacen impacta en mi. Apreciar lo diferente.
.- ¿Qué cree que usted les ha enseñado a ellos?
Que también importan, que no están solos y que tienen derechos.