"Si se diagnostica pronto, la lepra se cura muy bien", asegura el doctor José Ramón Gómez, de la Fundación Fontilles

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 30 agosto 2007 19:05

Creada en 1902, la Fundación Fontilles es una asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es acabar con la lepra y sus consecuencias. El doctor José Ramón Gómez explica que esta enfermedad ("que tiene muy mala imagen") está prácticamente erradicada en Europa, cosa muy distinta a lo que ocurre en el resto del mundo, donde se detectan alrededor de medio millón de casos al año.

No se muestra optimista Gómez cuando se le pregunta sobre la erradicación de la lepra, ya que esta enfermedad -indica- precisa de un tratamiento e infraestructura sanitaria que muchos países no tienen. "Hay lepra para rato", sostiene.

-¿Cuántos nuevos casos de lepra se detectan al año en España?

En los últimos diez años, hay una media de entre 15 y 20 personas afectadas anualmente por esta enfermedad. En el Sanatorio San Francisco de Borja, abierto en 1909 en la provincia de Alicante, controlamos actualmente unos 150 pacientes de forma ambulatorial. Son personas que tuvieron la lepra pero que ahora están curados y que una vez al año acuden a hacerse exámenes de laboratorio. Además, en el sanatorio residen 60 pacientes, con una medida de edad de 70 años, que también están curados pero que la lepra les dejó secuelas, como pueden ser parálisis en los pies y/o en las manos o heridas que necesitan curas diarias. Son personas que mueren por otras causas distintas a la lepra.

-¿De dónde surgen los nuevos casos de esta enfermedad en nuestro país?

Estos nuevos casos vienen, por un lado, de personas que llegan de fuera de España (Marruecos, Argelia o Ecuador). Éste es un colectivo pequeño que no debe ser alarmante. Por otro lado, se detectan nuevos casos en pequeños focos que coinciden con los lugares donde tradicionalmente ha estado más extendida esta enfermedad en España, como son la Comunidad Valenciana y Andalucía.

-¿Cómo se contagia la lepra?

Es un germen, de la misma familia que el que produce la tuberculosis. Si la persona afectada no recibe tratamiento, al hablar, toser o estornudar, envía gérmenes al ambiente, que hace que las personas se puedan contagiar por vía respiratoria. Pero hay que tener muy en cuenta que la mayoría de las personas tenemos un sistema defensivo que lucha contra la enfermedad y la vence. También es verdad que existe un grupo de gente que tiene un déficit en su sistema defensivo que, en contacto con estos pacientes no tratados, se contagian por vía respiratoria. Pero insisto en que la mayoría de la gente no se contagia aun estando en contacto con personas con lepra, porque nuestro sistema inmunitario es bueno y vencemos la enfermedad.

Antiguamente se creía que la lepra se transmitía congénitamente, pero no es hereditaria. Lo que sí se transmite es la predisposición a enfermar. En los nuevos casos encontramos que las personas afectadas tuvieron antepasados con esta enfermedad.

-¿Qué síntomas aparecen con la lepra?

Los síntomas que aparecen al comienzo son manchas en la piel, es decir, máculas que generalmente no tienen sensibilidad y que por tanto no sienten -por ejemplo- ni el calor ni el frío. Si el paciente no toma la medicación, aparecen mayor número de manchas y pequeños bultos y el germen va dañando los nervios, lo que provoca alternaciones en la movilidad en los pies, en las manos y en la cara. De este modo, estas partes del cuerpo ni sienten ni se mueven y están predispuestos a padecer heridas, como quemaduras o traumatismos. Desde que la persona que se contagia hasta que la enfermedad se manifiesta puede pasar un periodo de entre dos y cinco años.

-¿Cuánto tiempo se necesita para curarse?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que con un año de medicación se cura a los pacientes de la lepra. Pero si te llega un paciente con parálisis en las manos, eso ya no se cura. Lo que no se cura con las secuelas. Por eso es tan importante el diagnóstico precoz. A un paciente al que le han aparecido cuatro manchas, le das la medicación y las manchas desparecen, pero si llega un paciente con los pies paralizadas, también le darás la medicación y se matará el germen, pero la movilidad en esos pies ya no se recupera.

-¿Se detectan en España rápidamente los nuevos casos?

Los últimos casos que estamos viendo tienen sólo afectación cutánea y el daño en los nervios es escaso, porque se está haciendo un diagnóstico rápido. Estas personas suelen estar unos diez días hospitalizados para someterse a los exámenes de laboratorio y par ver cómo responden a la medicación. Estos casos tienen tres componentes: primero el infeccioso, que es el germen, la causa; luego está el componente genético, ya que parece que hay una predisposición genética a enfermar; y en tercer lugar hay un componente social, debido a que la lepra siempre ha sido una enfermedad de las clases más desfavorecidas, en parte debido a una mala higiene y alimentación. Cuando el paciente empieza a tomar la medicación tiene que acudir a hacerse controles cada tres meses, de tal manera que, de forma general, en un año está controlada la enfermedad. Si se diagnostica pronto, la lepra se cura muy bien.

-¿Por qué tiene tan mala prensa esta enfermedad?

En Europa y en España se habla poco de la lepra. El europeo tiene dos ideas de la lepra: o que ya no existe, o las imágenes de las películas Ben Hur o Padre Damián. Tiene tanta mala prensa porque todas las informaciones que se han dado sobre este tema han sido pocas y malas. Los medios de comunicación cuando hablan de lepra sacan a pacientes muy deteriorados, cuando en realidad ya tenemos una medicación útil que evita tanto deterioro del paciente.

-¿Cuál es la situación de la lepra en el mundo?

Se siguen diagnosticando entre 400.000 y 500.000 casos al año en todo el mundo. Mientras que la casuística en Europa es mínima, ya que la enfermedad está prácticamente eliminada en todos los países europeos, la lepra sigue teniendo muchos casos en naciones como India, Brasil, Angola, Mozambique o Tanzania. A nivel mundial hay mucha más lepra de la que se dice. Si viajas a estos países, te encuentras enfermos de lepra sin tratamiento pidiendo por la calle. Además, los registros en muchos países no son exactos y cualquier gobierno intenta disminuir el número de pacientes de lepra porque tiene una imagen muy mala. Los datos de los que hablan no son para nada fiables.

-La Fundación Fontilles ahora está volcada en el la erradicación de la lepra a nivel internacional, ¿en qué consiste su labor?

El Sanatorio San Francisco de Borja va a cumplir cien años de existencia, y como la casuística en Europa y en España ha disminuido mucho, hace años la Fundación nos pidió que nos volcásemos a trabajar en países como Brasil, Angola, Ghana, Guinea Ecuatorial o Costa de Marfil. Nuestro trabajo en estos países consiste en ser supervisores técnicos de los programas de lepra, además de dotar a estos programas de un apoyo económico. Aquí en España damos cursos de formación sobre lepra y dermatología tropical, destinado a médicos y personal sanitario que van a trabajar en cooperación, aunque también nos trasladamos a dar los cursos al personal nativo de aquellos países que no tienen una gran estructura sanitaria. Asimismo, editamos cada cuatro meses la única revista que hay en el mundo en castellano sobre lepra.

-¿Se terminará de erradicar definitivamente esta enfermedad?

Por ahora no, queda mucho por hacer. No soy optimista porque no existe una vacuna para prevenirla. Ahora mismo hay muchas personas que están incubando esta enfermedad. Hay muchas zonas del mundo en el que se mantienen condiciones sociales de vida que favorecen este tipo de patologías. Es una enfermedad que precisa de un tratamiento largo y de un esfuerzo sanitario importante que muchos países en los que se da no tienen estructura para desarrollarlo. Hay lepra para rato.

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