SEVILLA, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Doñana 2, junto con la Diputación de Huelva, ha vuelto a participar este verano en el proyecto de cooperación al desarrollo en el archipiélago de Solentiname de Nicaragua, exportando su experiencia en el ámbito de la sostenibilidad.
En una nota, la fundación señaló que por segundo año consecutivo, técnicos de ésta "no han dudado en exportar de nuevo su experiencia al archipiélago de Solentiname con el objeto de mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos y fomentar el desarrollo de sus pueblos".
De esta manera, en el marco del acuerdo de colaboración con el área de Cooperación Internacional de la Diputación de Huelva, durante el pasado mes de julio estuvieron realizando un diagnóstico para llevar a cabo un plan de desarrollo sostenible en este territorio.
Solentiname, formado por unas 36 islas, se encuentra ubicado en el departamento del Río San Juan, una zona declarada Área Protegida en la categoría de Monumento Nacional por sus destacados valores naturales, culturales e históricos. Este territorio cuenta con el apoyo de la Diputación de Huelva a través de la ONG 'Incudema' desde hace más de seis años.
En la actualidad, a través del grupo de trabajo 'Huelva con Solentiname', en el que participa asesorando en materia de sostenibilidad Doñana 21, se continúa trabajando para garantizar el desarrollo socieconómico de la comunidad, en ámbitos como el acceso al agua potable, la mejora de la educación, acceso a un sanidad básica, el empoderamiento de la sociedad civil, especialmente el de la mujeres y todos aquellos procesos productivos que a la vez sirvan para conservar el rico patrimonio natural y ecológico del archipiélago.
De hecho, el documento previo que está elaborando Doñana 21 pone de manifiesto "el potencial de la zona, el buen nivel de su capital natural y las enormes potencialidades para favorecer un desarrollo equilibrado que garantice bienestar y calidad de vida de la población actual y futura".
Así, según explicó, el trabajo llevado a cabo por los técnicos en el terreno ha sido conocer la zona, identificar a los diferentes agentes sociales, favorecer relaciones con otros agentes que trabajan el terreno como la Agencia Española de Cooperación a través del programa Araucaria, diagnosticar el estado ambiental, identificar sus recursos, especialmente en el marco del turismo sostenible y la educación ambiental, y la realización de dos talleres de dinámicas ambientales, así como formación en educación ambiental a guías turísticos.
