Actualizado 28/12/2007 13:38

La Fundación Cudeca reivindica más atención para los enfermos oncológicos en fase no curativa

MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Cudeca, única en España en atención social y asistencial completa para enfermos oncológicos en fase no curativa, reivindican una mayor implicación de la Administración y más atención para estos enfermos, según señaló la representante de la organización Rosalind Cinnemore en declaraciones a Europa Press.

Esta organización, clasificada de Asistencia Social por el Instituto de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía, presta atención "gratuita y especializada" a estos enfermos a lo largo de toda la provincia de Málaga, con el objetivo de mejorar y mantener la calidad de vida de estos pacientes. Por este motivo lamentan la falta de atención que generan estos pacientes y recuerdan que, gracias al "impresionante" trabajo que realizan desinteresadamente, se consigue "humanizar el final de la vida" de un gran número de enfermos y ayudar a sus familiares.

En este sentido, Cinnemore afirmó que gran parte de su labor se desarrolla gracias a una amplia red de voluntarios -- ya cuenta con más de 500 personas que "van por toda la costa ayudando a los pacientes en lo que necesitan" -- que con su trabajo consiguen que se de una asistencia personalizada, ya que "aunque no se les puede dar días de vida a estos pacientes así tienen mayor calidad de vida".

Actualmente, la fundación propone un proyecto completo de cuidados paliativos, en el que ofrecer atención integral, continuada y coordinada con los recursos sanitarios existentes y adaptada en cada momento a las necesidades del paciente y su familia. Internos, ayudantes 24 horas, enfermeras, trabajadoras sociales y fisioterapeuta, psicólogos y médicos, todos con formación específica en estos enfermos, son parte del personal que asiste diariamente a los pacientes, pero "también moralmente a la familia, antes y después del fallecimiento del ser querido, es un trabajo muy completo el que se hace".

Debido a que en las fases más avanzadas del cáncer se necesitan unos cuidados específicos que proporcionen mayor bienestar al paciente, en muchas ocasiones, según indicó la voluntaria de Cudeca, "desde los hospitales del Insalud, cuando ya no pueden hacer nada por estos pacientes, los mandan a la fundación". "Ojala se pudiera dar este servicio en toda España", añadió, tras recordar que "en todos los sentidos, se da una atención completa".

Entre sus áreas de trabajo cuenta con un programa de atención domiciliaria que atiende al paciente hasta el final en su hogar, asistiendo a una media de 130 familias a la vez; un programa de consultas externas que permite al enfermo ambulatorio acceder a los especialistas de Cudeca; una unidad de Día y de Rehabilitación, que trata de maximizar la autonomía y autoestima del enfermo; una unidad de Ingresos, para enfermos que precisan una asistencia intensiva; un programa Psico-social que atiende a las necesidades emocionales y sociales del enfermo y la familia; y un programa de Formación Continuada a profesionales sanitario, gracias a la cual garantiza el conocimiento y reciclaje de los profesionales sanitarios.

EL TRABAJO DESINTERESADO DE LOS VOLUNTARIOS.

Gran parte del trabajo que desarrolla la organización lo realizan los voluntarios que "desinteresadamente" dedican su tiempo libre al servicio de la comunidad. "Hay mucha generosidad en la población porque el cáncer ha tocado en todas la familias y todo el mundo está muy sensibilizado", afirmó. Entre otras actividades desarrollan trabajos de cuidados en domicilio, recaudación de fondos, rastrillos benéficos y tareas administrativas.

Según recordó, el trabajo de estos voluntarios ha contribuido al crecimiento progresivo y continuado de la organización que cada año puede atender a un mayor número de pacientes y familiares. También agradeció el esfuerzo económico de los socios y a las donaciones realizan desinteresadamente de algunas empresas, que cada año mandan sus donaciones y patrocinan eventos con los que recaudar dinero que se usa "íntegramente en los pacientes".

La fundación nació en 1992, gracias al compromiso de Joan Hunt, una británica jubilada residente en la Costa del Sol que, tras el fallecimiento de su esposo víctima del cáncer, y constatar la carencia de recursos especializados para este tipo de enfermos, decide crear un centro de Cuidado Paliativos en Málaga. Desde entonces ha ofrecido apoyo socio-sanitario a más de 4.500 pacientes y ha participado en la formación de más de 600 profesionales sanitarios.