La Fundación Oso Pardo lamenta la muerte de un oso en Palencia y pide que intensificar su conservación

Europa Press Sociedad
Actualizado: viernes, 24 abril 2009 18:13

VALLADOLID 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Oso Pardo lamentó hoy la muerte de un oso en la Montaña Palentina y pidió que se intensifiquen los esfuerzos para su conservación, ya que la población en la zona es de sólo 30 ejemplares.

El presidente de la Fundación Guillermo Palomero, en un comunicado recogido por Europa Press, se expresó así tras la aparición el pasado lunes de un ejemplar joven de oso pardo en los montes del municipio de Cervera de Pisuerga (Palencia).

Palomero cree que es necesario intensificar los esfuerzos de conservación en la población oriental de osos, ya que a pesar del leve repunte experimentado a finales de los noventa y principio de la presente década, "es fundamental conseguir mejorar el nivel reproductor de este pequeño núcleo poblacional, que ahora está estabilizado en dos-tres hembras paridas por año".

En este sentido, considera que hay que continuar con las labores de vigilancia, coordinadas entre el Seprona (Guardia Civil), la guardería del Parque, y con la colaboración de los vigilantes de la FOP; avanzar en la regulación del uso público del Parque Natural, con especial atención a las áreas críticas para el oso, para lo que ve necesario que se apruebe con la mayor urgencia el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de la montaña palentina.

De la misma forma, explicó que hay que continuar con la educación ambiental en los centros escolares y el diálogo con colectivos como el de cazadores, "injustamente criminalizado desde algunos sectores del ecologismo".

Todo ello son actuaciones básicas para avanzar en la recuperación de los osos de Cantabria y Palencia, explicó Palomero, quien incidió además en que es necesario "guardar la calma" antes de empezar a "repartir culpas" entre unos y otros, como sucedió en el caso del último oso encontrado muerto en diciembre de 2007, cuando algunos sectores ecologistas culpabilizaron a los cazadores del suceso y a la guardería de la Reserva de Caza de irregularidades en la recogida de los restos, creando crispación y malestar en la comarca.

Sin embargo, recordó, finalmente la necropsia, los análisis realizados y el archivo judicial demostraron que no hubo intervención humana en su muerte (ni venenos, ni disparos), apuntando todo a una muerte por causas naturales, y que los guardas de la Reserva actuaron de una forma correcta y profesional en todo el procedimiento de recogida.

Según Guillermo Palomero, "lo responsable es esperar a los análisis toxicológicos, que realiza un laboratorio independiente de Madrid, antes de hacer valoraciones sobre la causa de la muerte. Hasta ahora, la información de la que disponemos a través de la necropsia nos indica que la muerte no se produjo por disparos ni por un hecho violento".

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