MADRID 17 May. (EUROPA PRESS) -
La pertenencia a una familia monoparental o inmigrante son variables que también caracterizan a los estudiantes de grupos en riesgo de abandono prematuro de la escuela, además del nivel de estudios y la situación laboral de los padres, los recursos educativos disponibles en la familia, el clima de estudio del hogar y el seguimiento que padres y escuela prestan al alumno.
Así lo exponen un grupo de profesores del Instituto de Estudios Educativos y Sociales, departamento de investigación de la Fundación Europea Sociedad y Educación, en un documento presentado en Potsdam (Alemania) en el marco de la conferencia internacional 'Equality in Educational Opportunities-a Challenge for Education Law and Education Policy in Europe', celebrada entre el 10 y el 13 de mayo.
En general, los expertos señalan como causas que inciden de manera "más determinante" en el abandono prematuro de los estudios a la importancia que asignan las familias a la educación obligatoria; la concepción, el marco legal y el posterior desarrollo del principio de igualdad y de no-discriminación; las medidas económicas que acompañan a la prevención e implantación de programas de re-integración y el nivel de flexibilización del curriculum y el grado de autonomía de los centros.
La determinación del coste de oportunidad para este tipo de población de riesgo, la caracterización de su percepción de la escuela como mecanismo de promoción social, las expectativas depositadas en la posible rentabilidad o beneficio personal, familiar y social de los estudios y la percepción de la utilidad de la escuela constituyen el objetivo fundamental de este documento de trabajo, dirigido a explicar el fenómeno del abandono prematuro de la escuela.
En este sentido, más de cien expertos procedentes de los cinco continentes presentaron en este foro algunas de las medidas adoptadas para paliar los efectos del abandono escolar prematuro en la educación obligatoria, en relación con el objetivo europeo para 2010 de alcanzar una tasa media que no supere más del 10 por ciento en los países de la Unión Europea (UE).
Todos los analistas convocados coincidieron en vincular las medidas de actuación con los mandatos constitucionales relativos al derecho a la igualdad y a la no discriminación ya que el 'dropout' (abandono escolar prematuro) no es un problema sólo educativo sino también social. A su juicio, no es tanto un problema de acceso como de adaptabilidad del sistema educativo, ni de eficacia ni de eficiencia como de funcionalidad.
La mayor parte de las políticas presentes en los países de la UE persiguen cuatro objetivos: prevenir el abandono prematuro; reintegrar en el sistema a los que abandonan la escuela prematuramente, proporcionar educación, formación o experiencia profesional a los escolares fuera del sistema educativo y diseñar programas específicos para esta población en riesgo.
Estas medidas están dirigidas a paliar los efectos de las desventajas entre los 'early school leavers' (estudiantes de abandono escolar prematuro): conocimiento precario, insuficientes competencias lingüísticas y ciudadanas, pérdida de capacidad de movilidad y libre circulación.