"Me destrozó la dentadura de un golpe con un extintor. Me quería matar", declara la víctima
MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un acusado de maltratar a su ex pareja y agredir a los agentes que acudieron a su auxilio reconoció hoy que "la mezcla de alcohol y drogas" le hace "volverse loco" y "perder la cabeza", si bien aseguró no recordar nada de la supuesta paliza que propinó a su ex novia la tarde del 3 de julio de 2009.
Jesús F.A. se sentó esta mañana en el banquillo de los acusados por lesiones, amenazas en el ámbito familiar, atentado a agentes de la autoridad, un delito de daños y un delito relativo a la protección de animales domésticos, ya que aplastó hasta la muerte al perro de la víctima con un extintor.
Durante su declaración, el acusado quiso convencer a la sala que los hechos se enmarcaron en una especie de locura transitoria a consecuencia del alcohol y drogas consumidas las horas antes. Su estrategia estaba encaminada a conseguir que el tribunal apreciara en su conducta una atenuante por su adicción a la bebida o atenuante analógica de trastorno mental transitorio, con la finalidad de que se le rebajara los siete años y medio que solicita el fiscal.
"Cuando bebo me pongo loco. Al entrar en prisión, me di cuenta que era alcohólico", manifestó Jesús, quien se mostró "muy arrepentido" por lo sucedido, aunque no lo recuerde. "Juraría que no podría hacer eso. Pero no recuerdo nada", insistió una y otra vez.
Por su parte, la víctima declaró que ese día estaba en el domicilio que ambos compartían y escuchó el derrape de un coche. Al rato, miró por la mirilla y observó cómo su pareja cogía un extintor y se liaba a dar golpes a la puerta para abrirla al grito de "te voy a matar".
"ME QUERÍA MATAR"
Entre sollozos y con la voz temblorosa, la mujer relató que entonces llamó a su madre para que "por favor" fuera a ayudarle. "Logró abrir la puerta y me golpeó con el extintor en la cara, destrozándome la dentadura. Logré escapar, pero me agarró fuertemente del pelo. Tras introducirme de nuevo en casa, escapé de nuevo y llegué a la calle", contó.
"Temí por mi vida. Me quería matar", aseguró la agredida, quien se lamentó de que le destrozara la dentadura puesto que un año después de los hechos todavía no puede "comer bocadillos", basándose su dieta en "sopas, yogures y purés".
Según el fiscal, el 3 de julio de 2009 el procesado propinó a su ex novia una paliza, golpeándole en la cara y cabeza. Mientras le agredía, el acusado gritaba: "Te voy a matar, me lo vas a pagar con creces".
La mujer logró zafarse e intentó huir por las escaleras del inmueble, pero el procesado le agarró fuertemente del pelo y la introdujo de nuevo en el domicilio. Tras ello, logró escapar y consiguió salir a la calle.
Tras ser informados de lo sucedido, dos agentes de la Policía local se personaron en el lugar. Los policías fueron objeto de expresiones vejatorias e intimidatorias por parte del procesado, quien les dirigió puñetazos y patadas.
Poco antes de que llegaran, el procesado destrozó una serie de efectos de su ex pareja y golpeó a su cachorro con un extintor hasta aplastarlo, provocándole la muerte.
