CÓRDOBA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal número cuatro de Córdoba ha condenado al presunto asesino de Eva María Prieto, Antonio C.P., de 50 años, a tres años y cinco meses de cárcel por un delito de maltrato habitual y amenazas, después de que ella pusiera fin a la relación de convivencia que mantenían.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado, que además es primo de la víctima, ha sido durante nueve años su compañero sentimental, y tenían una hija en común, de siete años; pero al decidir ella a primeros del mes de junio de 2006 poner fin a la relación de convivencia habitual ente ambos, así como vender el piso que habitaban en Barcelona y trasladarse a Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba), Antonio "reaccionó de forma agresiva diciéndole que le había arruinado la vida y que no la iba a dejar se feliz".
Además, en tono "intimidatorio" le dijo que "no saliese de casa porque iba a por ella, que la iba a quitar de en medio sin que se diese cuenta", insultándola con expresiones como "puta, zorra e hija de perra", motivos por los que el 12 de junio de ese año decidió denunciarlo ante la Guardia Civil de Peñarroya.
El juez apunta en los hechos probados de la sentencia que el 15 de junio de 2006, cuando Eva María Prieto estaba en casa de su hermano en la localidad cordobesa, el procesado acudió en su busca y comenzó a proferir amenazas de muerte contra ella e insultos.
En la sentencia se recoge también que "el maltrato psicológico al que, a diario, ha venido sometiendo el acusado a su compañera sentimental e hijos convivientes, con continuos insultos y amenazas de muerte a los mismos, ha motivado la necesidad de tratamiento psicológico" para una hija de la víctima, de 12 años, fruto de una relación anterior.
Por tales hechos, el juez condena a Antonio Caballero a dos años y seis meses de prisión por un delito de maltrato habitual en el ámbito familiar y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros del lugar de residencia de las menores.
Asimismo, ha sido condenado a otros once meses de cárcel por un delito de amenazas, hecho por el que también se le prohíbe aproximarse al lugar de la residencia de las menores durante un año.
Tanto el fiscal como la acusación particular coincidían en que el procesado es culpable de un delito de violencia psíquica habitual y de otro de amenazas, aunque la acusación particular entendía que también hubo malos tratos físicos continuados.
Así, por la presunta comisión de los delitos de violencia psíquica habitual y de amenazas, la fiscalía pedía para el acusado una pena de prisión total de tres años y cinco meses, mientras que la acusación particular elevaba su petición total de cárcel hasta los cinco años, al entender que Antonio cometió un delito de violencia física y psíquica y también un delito continuado de amenazas.
Por otra parte, el procesado está pendiente de otra vista oral como presunto autor de la muerte de Eva María Prieto, después de que éste llegara a Peñarroya procedente de Barcelona tan sólo cuatro días antes de dar muerte a Eva María, lo cual ocurrió el 16 de junio del pasado año y en el propio domicilio de la víctima, a la que asestó más de 30 puñaladas.
Luego se dio a la fuga en el mismo vehículo con el que llegó desde Barcelona, aunque horas después, a las 22.00 horas del mismo día, se entregó a la Guardia Civil en Torremocha del Campo (Guadalajara), decretándose pocos días después su ingreso en prisión por el juzgado de Sigüenza (Guadalajara), que se hizo inicialmente cargo del caso.
