"Es un cateto, es un imbécil, pero no es un asesino", dice su abogado
BARCELONA, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
El hombre que llevó en coche y abandonó malherida a su expareja en un banco ante el Hospital de Igualada ha negado haberla acuchillado, y ha asegurado que al volver a su casa se encontró a la víctima sangrando y en pie en el pasillo, pese a que ella no vivía allí porque hacía un año que habían dejado su relación.
"Es un cateto, es un imbécil, pero no es un asesino", ha asegurado el abogado de la defensa sobre el acusado, Jaume B., este jueves durante la celebración del juicio popular en la Audiencia de Barcelona.
En la madrugada del 2 de marzo de 2009, Jaume B. llevó a la víctima herida por una cuchillada al hospital junto al otro acusado, Ivan L., y la abandonaron a las puertas del mismo pese a que no se sostenía en pie, como ha confirmado el vídeo de las cámaras del centro sanitario visionado en el juicio.
"Pensé que me estaba haciendo coña primero", ha dicho el acusado en referencia a los problemas que la víctima tenía para mantenerse en pie, a quien no acompañó al interior del hospital porque, según su versión, ella le aseguró que iba a entrar, y también porque tenía miedo de que su actual pareja se enterase de que había estado esa noche con su ex.
El acusado ha sostenido que cuando llegó a su casa se encontró en el pasillo a su ex pareja --con quien había estado en un bar esa misma noche-- sangrando con "un cortecito", y le preguntó qué hacía allí y qué le había pasado, pero la víctima no se lo quiso decir.
Jaume B. también ha reconocido haber consumido a lo largo de esa noche heroína esnifada, dos rallas, algunos porros y "cinco o seis cervezas".
Por otra parte, su acompañante y conductor del coche, Iván L., ha reconocido que la víctima no podía caminar sola hacia el hospital: "Creo que el estado en el que estaba no podía entrar".
Cuando vio el estado de la víctima, "un poco rara", ha asegurado que quiso avisar al hospital pero que Jaume B. le pidió que no lo hiciera.
Por el contrario, el fiscal sí considera que Jaume B. es quien mató a su ex pareja y en su calificación previa sostiene que, una vez en el domicilio y con la víctima tumbada en la cama, "le asestó de manera súbita e inopinada una puñalada en el tórax".
Por ello, pide para él una condena de 19 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y otro de omisión del deber de socorro, y una multa de casi 2.500 euros para Iván L. también por un delito de omisión del deber de socorro.
A lo largo de la vista se han producido algunos momentos de tensión con los familiares y amigos de la víctima presentes en la sala, especialmente cuando se han mostrado las imágenes de las cámaras de seguridad de su abandono a las puertas del hospital malherida por parte de los acusados que se han reconocido en la grabación.
