MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
La activista paquistaní Malala Yousafzai, que sobrevivió en octubre a un ataque talibán contra su persona por su activismo en favor de la educación de las niñas en el país, ha condenado este lunes el "cobarde" atentado del sábado contra estudiantes de una universidad femenina de la localidad de Quetta, que se saldó con al menos once fallecidas y 17 heridas.
"Las chicas inocentes que murieron el sábado no tenían nada que ver con la política y solo querían empoderarse a través de la educación. Obtener educación es un derecho de nacimiento de todo hombre y mujer y nadie puede arrebatárselo", ha dicho a través de un comunicado.
La bomba fue colocada en el interior de un autobús e hizo explosión cuando las estudiantes se subían al vehículo para regresar a sus hogares, según la Policía paquistaní.
El primer ministro, Nawaz Sharif, condenó el atentado, que definió como un "acto inhumano de barbarie" dirigido contra estudiantes inocentes, y ordenó a las autoridades locales que proporcionen los mejores cuidados posibles a las supervivientes.
Yusafzai recibió en octubre dos disparos a manos de un talibán en represalia por sus campañas en favor del acceso de las mujeres a la educación en el país. La joven fue atacada cuando regresaba a su casa desde su escuela, ubicada en Mingora, la principal ciudad del valle del Swat (noroeste del país).
La activista se empezó a hacer popular en 2009 por escribir un blog para la cadena de televisión BBC en urdu en el que contaba cómo era la vida en Swat bajo el dominio de los talibán.
La seguridad en Swat mejoró después de que, en 2009, el Ejército expulsase a los talibán del territorio. Recientemente había empezado a organizar una fundación para conseguir que las niñas pobres pudiesen ir a la escuela.
La adolescente fue galardonada con el Premio Nacional de Paz por el Gobierno paquistaní en diciembre de 2011 por sus valientes servicios para promover la paz en las condiciones extremadamente hostiles de Swat.
Además, el grupo de defensa de la infancia Kids Rights Foundation nominó a Yusafzai para el Premio Internacional Niños por la Paz, convirtiéndola en la primera paquistaní en optar a dicho galardón.