MADRID 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Cada vez son "más numerosas" las mujeres que acaparan en las ficciones televisivas puestos profesionales anteriormente ocupados por personajes masculinos, si bien siguen siendo "en su mayoría" las encargadas de "preservar el orden" en el ámbito doméstico, según un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid.
Este estudio responsabiliza a la "presión externa de la sociedad" como el principal motivo por el que los personajes femeninos "sacrifican" su crecimiento profesional. Asimismo, destaca la "propia culpabilización" de estas mujeres cuando no dedican la mayor parte de su tiempo al cuidado de sus hijos como otro factor importante.
No obstante, las mujeres han acaparado en los últimos años papeles protagonistas en las series de ficción --por ejemplo, 'Sexo en Nueva York' o 'Mujeres desesperadas-- como consecuencia de su mayor poder adquisitivo y los cambios sociales recientes.
GUIONISTAS, DIRECTORAS Y PRODUCTORAS
Según la profesora de comunicación audiovisual Elena Galán, autora del estudio, las mujeres "suelen representarse también como personajes conflictivos, dependientes e inseguros". Por ello, estos personajes, "más ligados" a lo emocional que a lo racional, cometen "más negligencias" en su trabajo dentro de las ficciones televisivas.
En este sentido, la "escasez" de mujeres directoras, guionistas y productoras en los equipos impide una "visión compartida" de la realidad y, "sobre todo", una mayor responsabilidad de hombres y mujeres con aquello que están narrando, según Galán.
"PRESIÓN" POR LA AUDIENCIA
Este tipo de estereotipos es un recurso "muy utilizado" en televisión, ya que la repetición de modelos "rápidamente identificables" por el público facilita a los espectadores "engancharse" desde el primer momento de la trama, según el estudio.
"Es como dar al público lo que espera sin que piense demasiado o tenga que romper sus propios prejuicios, pues las cadenas están presionadas por el 'rating' y el miedo a que el espectador cambie de canal", señaló.
A su entender, los medios de comunicación deberían actuar como "altavoces y mediadores" de la realidad y cuidar el modo de tratar los argumentos de las series, cuyos estereotipos negativos se transmiten en la escuela, en la familia o en las instituciones educativas.