MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
Alrededor del 55 por ciento de los 66.000 congoleños que han huido a Uganda a causa de la violencia en la localidad de Kamangu (en el este de la República Democrática del Congo, RDC) son niños, según ha informado este viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Los refugiados comenzaron a llegar al condado de Bubanbdi en Uganda después del ataque efectuado el 11 de julio contra la ciudad de Kamangu por el grupo rebelde ugandés Alianza de Fuerzas Democráticas del Ejército Nacional para la Liberación de Uganda (ADF-NALU), aliado al movimiento islamista somalí Al Shabaab.
Según UNICEF, muchos de los niños refugiados han relatado "escenas caóticas" de ataques armados en medio de la noche, que provocaron "un pánico generalizado" y la huida de miembros de la misma familia "en distintas direcciones para evitar ser asesinados". "Algunos niños fueron separados de sus padres y hermanos en medio de la confusión, haciendo su propio camino hacia la frontera con Uganda", ha indicado la organización en un comunicado.
Al menos 37.037 niños refugiados han sido registrados por la Cruz Roja de Uganda, de los cuales 122 son menores de edad no acompañados que han sido separados de sus familias como consecuencia de la violencia. Hasta la fecha, 63 menores de edad no acompañados se han reunido con algún miembro de su familia, ha explicado UNICEF.
En cuanto a la situación humanitaria que viven los niños en el este de República Democrática del Congo, la organización ha indicado, con datos del pasado mes de junio, de la presencia de al menos 4.500 niños en las filas de las fuerzas y grupos armados, cerca de 2.000 de ellos en la provincia de Kivu del Norte.
"Ninguno de los responsables del reclutamiento ha sido procesado hasta ahora", ha lamentado UNICEF, que también ha recibido informaciones sobre niños muertos o heridos como consecuencia directa de los conflictos actuales.
En cuanto al acceso humanitario se ve gravemente obstaculizado en el este de la RDC, UNICEF ha documentado desde 2011 al menos 376 casos de denegación de asistencia humanitaria y ataques contra 113 escuelas e instalaciones médicas por las partes involucradas en el conflicto.
