Publicado 25/04/2019 17:01

El ciberacoso se normaliza entre los jóvenes

Expertas aseguran que las prácticas parentales influyen en la implicación de los hijos en ciberacoso
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA

MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los jóvenes ven los abusos 'online' como algo normal e incluso esperado, según el informe 'Igualdad de género y juventud: oportunidades y riesgos de la digitalización', financiado por el Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIDGE) a petición de la Presidencia Estonia del Consejo de la Unión Europea.

Así lo ha dado a conocer este jueves 25 de abril la Universidad CEU San Pablo, que ha indicado que la investigación ha contado con la participación española de las profesoras de Periodismo de la Universidad CEU San Pablo, Tamara Vázquez y Teresa Torrecillas.

Asimismo, ha asegurado que este análisis pone de manifiesto cómo las tecnologías digitales ayudan a los jóvenes a acceder al aprendizaje, a hacer nuevos amigos y a ser activos para el cambio social, pero al mismo tiempo los enfrentan al riesgo de abusos 'online', que se está convirtiendo para ellos en algo normal y esperado.

Según apunta este estudio, en las redes sociales se extiende y reproduce el acoso que se vive fuera de Internet. Así, las experiencias de ciberacoso son habituales en la red y se viven ya sea como agresor, como víctima o como testigo. Además, en el discurso se percibe conformismo y aceptación en lugar de reacción y censura.

En el caso de las mujeres jóvenes, según señala, la reacción frente a la normalización de la violencia en la red es adoptar una actitud de prevención que pasa por restringir de forma notable su participación online para evitar ciberagresiones, ciberacoso de índole sexual u otras formas de odio.

Por otro lado, señala que en la red se extienden estereotipos y que el femenino que exalta la belleza cala en el imaginario de las chicas y les afecta directamente en sus experiencias virtuales, lo que contribuye a que la imagen física de la mujer sea foco de agresiones que causan un daño importante en ellas y las hace más vulnerables.

De este modo, el informe subraya que el ciberacoso es diferente para chicos y chicas y que la percepción en ambos grupos es que las mujeres son más vulnerables y están más expuestas al ciberacoso de índole sexual, ciberagresiones de tipo verbal o exclusión.

En relación con las situaciones de ciberacoso de índole sexual, apunta que las chicas no tienen recursos para afrontarlo y sienten cierta indefensión. Además, el 'sexting' se presenta en el discurso de los chicos y de las chicas como una práctica habitual, y ambos grupos coinciden en señalar a alguno de los miembros de la pareja como autores de la filtración. También se tiende a culpabilizar a la mujer de experiencias de ciberacoso de índole sexual por su apariencia física o su indumentaria.

Según el informe, las experiencias de riesgo en la red tienen distintas consecuencias en el comportamiento online de chicos y chicas. Mientras los chicos se muestran más seguros y tranquilos con sus habilidades digitales, las chicas se muestran más inseguras y desconfiadas.

En este caso, las chicas miden los usos que hacen de la red, reflexionan sobre lo que van a publicar y una vez publicado, experimentan sentimientos de preocupación por si esos contenidos pueden ocasionarles algún daño.

Por último, el estudio tanto en chicas como en chicos se observa desinterés y escepticismo en cuanto al uso de las herramientas digitales para la participación social o política, en el caso de las mujeres acentuado por esta percepción de que las redes sociales son un ámbito hostil para la expresión de ideas, y un entorno propicio para peleas y polémicas inútiles.

La presentación de este informe se ha realizado en el marco de la jornada 'Ciberviolencia en la red' coordinada por las profesoras Vázquez y Torrecillas en la Universidad CEU San Pablo, con la participación de la directora general de la Mujer de la Comunidad de Madrid, Paula López-Angulo; el vocal asesor de la delegada del Gobierno para la violencia de género, Julio Arnaldo; el fundador y director de Pantallas Amigas, Jorge Flores, y la psicóloga Olga Barroso.